Desde las 06:00 horas de este viernes (GMT), las urnas están abiertas a los ciudadanos en Irlanda. El veterano dirigente laborista, Michael D. Higgins, aspira a revalidar el cargo de presidente. Pero esta no será la única urna en la que podrán votar los ciudadanos irlandeses este viernes. También deberán hacerlo en un referéndum sobre la abolición del delito de blasfemia, que tendrá el voto favorable hasta de la Iglesia católica.

Según los sondeos, Irlanda apoyaría la eliminación de un artículo de la Constitución que ilegaliza la blasfemia con una mayoría simple del 51%, frente al 19% que lo rechaza (hay un 25% aún indeciso).

Todos los partidos políticos, así como distintas asociaciones, han hecho campaña por el “sí”. Hasta la Iglesia Protestante y la Católica han solicitado que el electorado apoye su eliminación.

De hecho, la Iglesia sostiene que la blasfemia es un concepto “totalmente obsoleto” y que las leyes se han usado para “justificar la violencia y opresión contra minorías”. Y es que, la legislación prevé multas de hasta 25.000 euros para los que "publiquen o profieran material que sea gravemente abusivo o insultante en relación con asuntos sagrados para cualquier religión, causando así indignación intencionalmente a un número sustancial de seguidores de esa religión".