El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado el primer acuerdo comercial con Gran Bretaña desde la pausa temporal en la guerra comercial, donde ambos países han acordado fomentar el intercambio de productos comerciales, especialmente del sector industrial. Dicho acuerdo no alterará el arancel del 10% vigente sobre las importaciones británicas y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado que “Gran Bretaña reducirá las barreras arancelarias que discriminan de forma injusta contra productos estadounidenses”.

“Los últimos detalles se están redactando”, ha señalado Trump, aunque ha afirmado que el acuerdo con Gran Bretaña es “muy conclusivo” y que “prácticamente todo se ha aprobado”. Dentro de esto, Trump ha afirmado que el país británico “pondrá productos británicos en vía rápida” para acceder a su mercado y que “no habrá cinta roja”.

“Seguiremos imponiendo un arancel del 10%”, ha señalado el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick. Este arancel se extenderá al sector automovilístico, que, junto con el acero y el aluminio, no estaba sujeto a la reducción en aranceles anunciados el mes pasado y está al 25%. “Pueden mandar 100.000 coches a Estados Unidos con aranceles del 10%”, matizó Lutnick, aunque los gravámenes al acero y el aluminio no se alterarán.

El secretario de comercio ha subrayado que se eliminarán por completo los aranceles sobre los “componentes de aviones” y a cambio, Gran Bretaña comprará aviones Boeing. El primer ministro británico, Keir Starmer, por su parte, ha asegurado que el acuerdo va a “aumentar el comercio entre ambos países”.  

Tanto el presidente estadounidense como el primer ministro británico han repetido que “seguridad económica es seguridad nacional”. Trump ha destacado que, a pesar de que este evento ha sido el primer anuncio de un acuerdo comercial durante la pausa en la guerra comercial de Washington, es el “primero de muchos” y ha nombrado discusiones tanto con Suiza como con China.

Antes de la videoconferencia entre ambos dirigentes, cuya rueda de prensa empezó más de media hora tarde, el presidente estadounidense ocultó la identidad del país con el que se iba a reunir para generar expectación. Anunció en su red social, Truth Social, este miércoles que se anunciaría “un acuerdo comercial enorme con representantes de un gran país con mucho respeto”.

Sin embargo, este jueves reveló que se llevaba a cabo con el país británico y que “consolidará la relación entre Estados Unidos y Gran Bretaña para muchos años por venir”. “Es un gran honor tener a Gran Bretaña como nuestro primer anuncio”, añadió en sus redes sociales, señalando la alianza histórica entre ambos países como motivo por su emoción.

Acuerdos comerciales por venir

Además de la explicación del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Gran Bretaña, Trump también ha destacado que Washington tiene “muchas reuniones planeadas para hoy y mañana” y que “todos los países quieren hacer un acuerdo” con el país norteamericano. Esto se enmarca en un contexto de intensas negociaciones entre los principales socios comerciales de Estados Unidos tras el anuncio de una pausa de 90 días por la guerra comercial.

“Estamos hablando con ellos actualmente”, ha contado Trump en referencia a Europa, repitiendo el mismo argumento que manifestó la primera vez que anunció aranceles sobre el comercio de la Unión: “Hemos encontrado que la Unión Europea nos ha tratado de una forma muy injusta”. Ha señalado, además, que se ha reunido con la presidenta de la Comisión Europea y que se reunirá con ella “en los próximos días”.

Al ser preguntado sobre su relación con China y las posibles negociaciones entre ambas potencias económicas, Trump ha asegurado que tiene esperanza para el resultado del viaje diplomático programado para la semana pasada. “Nos llevamos muy bien”, ha contado, hablando del presidente chino, Xi Jinping. “Los aranceles son del 145%, no se puede aumentar mucho más que eso”, ha afirmado el presidente estadounidense, añadiendo que estos bajarán y que espera tener “una muy buena relación con China”.

“Me gustaría ver a China abrirse”, ha indicado, haciendo referencia a la “apertura” de Gran Bretaña a través de su acuerdo a los productos estadounidenses. A pesar de dar pocos detalles, ha señalado que la reunión va a ser “muy amigable”.

En redes sociales, el presidente estadounidense también ha señalado que: “¡Muchos otros acuerdos, en etapas de serias negociaciones, están por venir!”. “La edad de oro de Estados Unidos está llegando”, ha afirmado. Miembros de su administración, junto con la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, han explicado que la política comercial de Trump tiene el objetivo de recuperar la industria estadounidense y reducir su déficit comercial -un concepto que, aunque es tratando negativamente por la administración de Trump dado que va en contra de sus objetivos, significa que un país tiene más importaciones que exportaciones-. Dichos temas se han mencionado en la rueda de prensa este miércoles, donde Trump ha señalado que los productos industriales y de maquinaría que “no estaban permitidos” acceder al mercado británico ahora podrán.

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