Desde el pasado miércoles, cualquier acto considerado como acoso sexual será penado con multas en Francia. Los silbidos o piropos lascivos conllevarán una multa de 750 euros, tal y como marca la nueva legislación cuyo objetivo es combatir la violencia sexual contra las muejres.

El pasado 31 de julio la joven parisina Marie Laguerre fue agredida a plena luz del día tras reprendar a un hombre por verter sobre ella comentarios obscenos. Tras reprender al agresor por su actitud, Laguerre recibió una fuerte bofetada. La agresión quedó registrada por una cámara de seguridad y las imágenes se viralizaron, convirtiendo dicha escena en un asunto de estado.

Tras el suceso, Marlene Schiappa, secretaria de Estado para la Igualdad declaró a Radio Europe 1: "El acoso en la calle no ha sido castigado con anterioridad. A partir de ahora, lo será". La ministra es la artífice de la nueva ley y el caso Marie Laguerre ha anticipado la aprobación por parte de la mayoría de los diputados que conforman la Asamblea Nacional de Francia ya que el Gobierno francés llevaba meses pensando endurecer la ley en aras de proteger la libertad de las mujeres en el espacio público. Schiappa reiteró que "lo que es clave es que las leyes de la República francesa prohíban insultar, intimidar, amenazar y seguir a mujeres en espacios públicos".

Esta ley ya ha generado críticas. Destaca, entre ellas, la de la miembro de Frente Nacional, Emmanuelle Menard, quien afirma que la normativa es una "cacería de brujas contra los hombres". Por el contrario, para Emmanuel Macron, este reglamento tiene como objetivo que "las mujeres no tengan miedo de salir a la calle".