Un nuevo episodio de violencia de género ha ocurrido en las calles de París. Este lunes comenzó a hacerse viral un impactante vídeo en el que se ve cómo un hombre agrede a una joven después de que esta contestara a sus comentarios obscenos. La Fiscalía de París ha abierto una investigación después de que las imágenes grabadas por el bar donde sucedieron los hechos fueran publicadas.

Marie Laguerre, estudiante de arquitectura de 22 años, relató lo ocurrido en su cuenta personal de Facebook. Sufrió la agresión de un hombre de unos 30 años, que previamente le había hecho comentarios lascivos. “Le dije que se callara la boca y seguí caminando”, contaba la joven. “No tolero ese tipo de comportamiento. No puedo callarme y no debemos callarnos”, escribía en el texto.

En el vídeo que grabaron las cámaras del local donde tuvo lugar la agresión, se aprecia cómo el hombre, al recibir esa contestación de la joven, coge un cenicero de una de las mesas y se lo tira desde la distancia en la que se encontraban. Al percatarse de que la joven vuelve a contestarle, se acerca a ella y le propina un fuerte golpe en la cabeza que le lanza contra las vallas del establecimiento. Los clientes que se encontraban en la terraza del bar, ante esa situación, reaccionan de inmediato e incluso uno de ellos se encara con el agresor.

Este episodio de violencia ha sido motivo para reabrir el debate sobre el acoso en Francia, donde se prevé que esta semana se adopte la ley de lucha contra los actos de violencia sexista y sexual. “La respuesta política debe ser fuerte y lo será”, ha afirmado este lunes la secretaria de Estado de Igualdad, Marlène Schiappa, en el diario Le Parisien, en referencia al proyecto de ley que sancionará el acoso a las mujeres en el espacio público con multas de hasta 3.000 euros.

Hasta este momento, las injurias o amenazas estaban penadas con hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa y la exhibición o masturbación en público con dos años y hasta 15.000.

El nuevo plan gubernamental va más lejos e incluye multas desde 90 a 750 euros o 3.000 euros en caso de incidencia, para quienes sigan a una persona que ha manifestado su rechazo o lancen silbidos, miradas insistentes, comentarios sobre el físico o la vestimenta o preguntas intrusivas indeseadas. Además, grabar o fotografiar por debajo de la falda sin consentimiento será penado, por primera vez, con un año de cárcel y 15.000 euros de multa.