Francia se ha convertido en el primer país del mundo en blindar el derecho al abordo en su Constitución. Esto supone un hito a nivel histórico y mundial en lo que se refiere a los derechos para las mujeres.

Así ha quedado constatado con los 780 votos a favor y 72 en contra que se han emitido en el Parlamento francés, muy por encima del umbral mínimo, fijado en los 512 votos. La votación se ha llevado a cabo con la reunión de las dos cámaras del Parlamento en un congreso celebrado este lunes en el emblemático Palacio de Versalles, antigua residencia de la realeza francesa.

Según reflejan encuestas francesas, un 80% de esta población apoya el derecho de la mujer a poder interrumpir su embarazo voluntariamente. “Francia está en primera línea. Estoy orgullosa de este Congreso, que dirá que el derecho al aborto ahora será parte de nuestra ley fundamental”, ha celebrado tras la resolución la presidenta de la Cámara Baja del parlamento francés, Yaël Braun-Pivet.

De esta manera, se incluirá este derecho en el artículo 34 de la Carta Magna francesa: “La ley determina las condiciones en las que una mujer tiene garantizada la libertad de recurrir a un aborto”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha celebrado la medida a través de sus redes sociales y en el marco del próximo 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer: "Orgullo francés, mensaje universal. Celebremos juntos la entrada de una nueva libertad garantizada en la Constitución mediante la primera ceremonia de sellamiento de nuestra historia abierta al público. Nos vemos este 8 de marzo, Día Internacional de los Derechos de la Mujer", ha ensalzado a través de su cuenta X -antigua Twitter-. 

En cuanto a los votos emitidos en contra a la norma, han llegado de la mano de los sectores de la derecha y ultraderecha con la justificación de que este derecho está en cierto modo amenazada y que, por ende, el debate que gira a su alrededor es mero simbolismo. Algunos, señalaron que no era cierto que Francia sea el primer país en reconocerlo en su Constitución; otros, desde el ala conservadora, querían simplicar el texto para hablar de "libertad" a la hora de interrumpir voluntariamente el embarazo, además de añadir garantías para la cláusula de conciencia de los médicos contrarios a practicar abortos. En este sentido, destaca la postura esgrimida por la ultraderechista y rival de Macron en el Elíse, Marine Le Pen, quien ha señalado que esta medida no le supone "ninguna dificultad particular", ya que la entiende como un beneficio político a favor del presidente francés.

Cabe remarcar que esta decisión también supone un mensaje de calado a nivel internacional, ya que después de lo sucedido en Estados Unidos -con la decisión del Tribunal Supremo de revocar la sentencia Roe contra Wade, que protegía el acceso al aborto en todos los estados del país- o Argentina, este derecho se ve amenazado.

El Senado francés dio luz verde en febrero

Fue el pasado 28 de febrero cuando el Senado aprobó la medida por mayoría. La propuesta, que había sido aprobada a finales de enero en la Asamblea Nacional, recibió entonces el respaldo de 267 senadores, mientras que otro medio centenar se opuso. El ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, celebró "histórica" votación remarcando que con este paso Francia abría "una nueva página en los derechos de las mujeres", la cual se ha terminado por constatar este lunes.

La aprobación de esta medida fue una incógnita durante las últimas semanas debido a las reticencias de algunos de los principales líderes de Los Republicanos, herederos de la derecha clásica francesa. De hecho, el presidente del Senado, Gérard Larcher, llegó a argumentar que la Constitución "no es un catálogo de derechos sociales". Por su parte, el líder de Los Republicanos llegó a presentar varias enmiendas para modificar el texto. 

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