El candidato izquierdista Gabriel Boric será el nuevo presidente chileno tras imponerse al ultraderechista José Antonio Kast por 55,87% frente al 44,13%. El líder de la extrema derecha chilena no tardó en admitir la derrota, pero no fue el único vencido. Otras figuras bien conocidas en España trasladaron su apoyo a Kast y, al a juzgar por los resultados, no fueron de gran ayuda: Mario Vargas Llosa y Pablo Casado.

Ambos animaron públicamente al candidato ultraderechista. El primero de ellos, conversó con el propio Kast en un encuentro virtual organizado por la Fundación Internacional para la Libertad. “Es muy importante que usted gane las elecciones”, le dijo.

El escritor peruano argumentó que “lo de Chile es absolutamente fundamental para América Latina porque los ojos de toda la región están centrados en Chile hoy en día. Así que creo que no hay más alternativa que ganar las elecciones”. Y si Chile recupera el liderazgo que tenía en América Latina, yo creo que la situación en América Latina cambiará muchisimo. Será muy importante que Chile lidere nuevamente lo que es la centro-derecha, la libertad, estimular a los empresarios, estimular la inversión extranjera; todo eso crea trabajos. Y, además, hacer ciertas enmiendas a lo que falló en el pasado”.

“Será muy importante para el centro-liberal en América Latina. O sea que tiene usted una responsabilidad enorme. Pero quiero decirle que yo estoy dispuesto a apoyarlo en lo que usted quiera. Si quiere usted que tengamos un diálogo, si quiere usted que yo haga una declaración, estoy absolutamente... porque considero que la elección chilena es fundamental para todo el conjunto de países latinoamericanos”, le insistió.

El Nobel de Literatura apostó por el candidato de extrema derecha y le deseó la mejor de las fortunas: “Creo que esta elección en Chile es realmente definitiva, así que simplemente le deseo mucha suerte”. Por tanto, a buen seguro que los resultados despertarán su rechazo.

En la misma tónica se movió el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien a principios de diciembre emprendió una gira por cuatro países del cono sur americano (Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile) en busca de un impulso que relance a la derecha en España y en América Latina. Pero le salió el tiro por la culata.

"Preocupa mucho la posible deriva en Chile hacia posiciones que en España ya sufrimos, como Podemos en un Gobierno patrocinando los regímenes iliberales, por no decir dictaduras, en la región como el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela”, afirmó Casado en su visita a Chile. La jugada bien no le salió.