Jair Bolsonaro se ha revelado durante los últimos meses como el líder político más irresponsable, al menos en lo que respecta a la gestión del coronavirus. No lo tenía fácil pero, tras la toma de conciencia del británico Boris Johnson y con Donald Trump usando mascarilla y aceptando la gravedad de la situación, el presidente brasileño se queda sólo en su desprecio a la 'gripezinha'.

Tanto es así que, mientras la situación se encuentra totalmente desbordada en su país, han pillado a Bolsonaro saltándose el confinamiento y dando un paseo en moto por las calles de Brasilia, sin mascarilla y conversando con la gente. Una imagen que tiene lugar tras la tercera confirmación por PCR de su infección por Covid-19.

Una rocambolesca escena que va en línea con la dejadez de su Gobierno. Sin haberla combatido realmente, Bolsonaro se rinde ante una pandemia que "no se puede evitar". "No hay forma de evitarla, sólo si estás aislado en un rincón, entonces puedes evitarlo. Aparte de eso, quien viva en la sociedad, tarde o temprano se dará cuenta. No hay forma de evitar la muerte en ese sentido", ha declarado el mandatario, que también informa de que "por lo que sé, nadie ha muerto debido a la atención médica".

Una actitud derrotista que coincide con un desbordamiento total de la epidemia en Brasil. Tras batir ayer su récord con 67.800 contagios, Brasil registra hoy su segunda peor marca de contagios notificados en 24 horas con cerca de 60.000 nuevos casos, lo que eleva la cifra total hasta los 2,28 millones de afectados y 84.000 fallecidos.