Novedades en el caso Daniel Sancho, aunque no necesariamente directas. Desde Tailandia, la policía está investigando al subdirector del cuerpo, Surachate ‘Big Joke’ Hakparn, por supuesta corrupción. Cabe resaltar que en el caso del autor confeso del asesinato del colombiano Edwin Arrieta, este cargo policial se ocupaba de supervisar las pesquisas contra el español.

‘Big Joke’, así, está siendo investigado por un supuesto soborno de 140 millones de bath -3,89 millones de dólares, es decir, 3,65 millones de euros-. Desde que saltó la noticia, un grupo de agentes se desplazó a su residencia de Hakparn, en Bangkok, para buscar pruebas relacionadas con el supuesto soborno de un grupo ilegal de apuestas en línea, en principio, procedente del antiguo presidente del club de fútbol tailandés Lamphun Warriors pongsiri Thanratchwongsu, alias Boss Than, según informa el medio de comunicación tailandés 'Thai PBS'.

Por el momento, no consta orden de arresto contra él, pero si contra una treintena de sus subordinados. “Creo que quienes solicitaron la orden ante el tribunal les engañaron”, ha señalado el propio subdirector de la policía tailandesa, rompiendo así su silencio tras la polémica. A la par, ha sostenido mantenerse tranquilo con respecto a la investigación que pesa sobre él, asegurando que no tiene nada que esconder a las autoridades.

En el marco de la investigación a Daniel Sancho por asesinato, ahora ‘Big Joke’ se convierte en un protagonista más, aunque este insiste en desvincularse de la investigación policial que lo mantiene en el punto de mira, ya que ha reiterado en varias ocasiones en que no han encontrado nada ilegal y que todo podría ser un asunto interno por el que ha sido señalado al estar al frente del caso del español.

No obstante, ha dudado de la solidez de la orden de registro que se ha llevado a cabo en su domicilio, ya que mantiene la duda de que sea “legal”, tanto es así que ha contactado con un equipo de abogados para que esclarezcan los hechos. “Es bien sabido que la casa es mía y que suelo quedarme allí. Entonces por eso digo que el tribunal fue engañado. (…) La ciberpolicía está haciendo su trabajo y estamos cooperando plenamente. La búsqueda de pruebas incluso en mi casa demuestra nuestra transparencia. No encontrarán nada”, ha subrayado a la par ‘Big Joke’.

‘Big Joke’, una personalidad muy conocida en Tailandia y España

Surachate Hakparn ha sido el encargado desde el primer momento de supervisar la investigación de Daniel Sancho; sin embargo, su fama en el país asiático viene de lejos. Apodado como ‘Big Joke’, consiguió entrar en el cuerpo de policía a la temprana edad de 28 años, y es muy conocido por haber asestado varios golpes con éxito a varios casinos y haber detenido a decenas de personas en estos establecimientos ilegales.

Además de su papel dentro del cuerpo, su fama también se explica debido a sus sendas apariciones en medios de comunicación, prueba de ello, el caso del hijo del actor Rodolfo Sancho. Por este motivo, su cara ya es conocida no sólo en Tailandia, sino también en España, por las sendas ruedas de prensa que ha convocado por este caso y la relevancia que ha tenido desde el primer momento en nuestro país.

Daniel Sancho tiene otra causa abierta en España

En el pasado mes de agosto, saltó a los medios de comunicación internacionales la noticia de que un joven asesinó y descuartizó a otro en Tailandia, en la isla de Phangan. Sin embargo, los medios de comunicación se hicieron más eco del caso al ser el hijo del conocido actor español Rodolfo Sánchez y además de que la víctima también tenía fama por su profesión de cirujano. Ahora, pasados cerca de dos meses desde la polémica, y teniendo en cuenta que Sancho se encuentra en prisión provisional en la cárcel Koh Samui de Tailandia desde el 7 de agosto.

Desde España, Sancho enfrenta otra causa abierta paralela al asesinato de Edwin Arrieta. La Fiscalía Provincial de Madrid presentó la semana pasada un escrito al juez para oponerse a solicitar a las autoridades tailandesas su extradición para que sea juzgado en nuestro país por un delito de lesiones, por el cual tendría que cumplir un año de prisión y el pago de la responsabilidad civil derivada de la comisión del delito, hasta 600 euros de indemnización.