Daniel Sancho ingresaba en la cárcel tailandesa el 7 de agosto para cumplir prisión preventiva. Desde entonces, únicamente sus padres y las autoridades del país han podido visitarlo. Los medios de comunicación hacen guardia día y noche con el fin de captar cualquier tipo de movimiento o conseguir la mejor información. En esta ocasión, 'TardeAR' ha conseguido hablar con el director de la prisisón de Koh Samui, quién ha declarado que el joven tiene una "obsesión" por su caso y que, además, se siente "estresado" cuando su madre, Silvia Bronchalo, acude a visitarlo.

Un mes y medio después de que Daniel Sancho entrara en la prisión, el director de la misma ha confirmado que "ahora ya está acostumbrado a la vida de la cárcel y ha comenzado a estudiar su caso". Tal y como ha explicado uno de los colaboradores presentes en plató, el psiquiatra Carlos Sánchez Menéndez, los primeros meses en prisión son los más complicados, donde no "existe ni la noche ni el día", por lo que Sancho "está viviendo un proceso de adaptación tan brutal" que como consecuencia podría estar experimentando "una reacción ansiosa ante la falta de control". 

El director de Koh Samui ha asegurado que Sancho se encuentra en bucle con el proceso, por lo que se encuentra totalmente concentrado en él: "Hace ejercicio pero, sobre todo, como todos los presos a la espera de juicio, está ocupado pensando cómo defender su caso, sobre el procedimiento judicial, su foco es el caso. No sale de ahí". Además, se ha pronunciado sobre la reacción de Daniel Sancho cada vez que sus progenitores acuden a visitarlo. La primera en reencontrarse con el joven fue Bronchalo, quién acudió a prisión a finales de agosto por primera vez. En cambio, su padre, Rodolfo Sancho, no vio a su hijo hasta el 6 de septiembre. "Parece que con las visitas del padre el 6, 7 y 8 de septiembre no se sintió estresado como cuando vino a visitarlo la madre. Con la madre parece nervioso", ha declarado el tailandés

Sánchez Menéndez, ha señalado que "podría haber un distanciamiento previo de ese entorno familiar, una desestructuración familiar previa". Además, ha explicado que el "grado de culpabilidad" del acusado "puede ser diferente en función de con quién se trate la circunstancia que se está generando en su vida". Por su parte, el juez José Antonio Vázquez Taín señala que Sancho podría estar "malacostumbrándose" a las visitas diarias ya que, como apunta su compañero Marlaska, "las visitas para un recluso son a los que se agarran". 

"Cuando llegue el régimen de cumplimiento, que no es el mismo que el preventivo, va a haber un cambio brutal. Primero en la aceptación de la situación, es decir, si sale condenado siempre queda esa última esperanza, tiene una mayor expectativa de ilusión de vivir, de seguir... Y cuando te enfrentas a una pena de larga duración y a una reclusión, que además va a perder mucho de los privilegios que está teniendo en régimen preventivo, eso le va a causar un hundimiento", explicaba el juez. 

"Prefería ser igual que el resto"

El director también ha contado que Sancho lleva el pelo corto actualmente, siguiendo con las normas establecidas en prisión. "No lo pasó mal al cortarle el pelo. Entendió que hay mucha gente en la cárcel, todo el mundo es igual y hay que respetar las normas establecidas sobre el corte de pelo. Le informamos sobre eso. Su cabello estaba así (largo). Y le dijimos si prefería tener un estilo normal, masculino, como una persona civilizada, hasta aquí. Pero él dijo que prefería raparse según la norma. Le conviene más el corte que lleva porque hace calor. Es más fácil también para la higiene. En la cárcel tenemos que cortar cabello largo y desde un principio prefería ser igual que el resto", explicaba el tailandés. Además, también ha dejado otro curioso titular ante las cámaras de 'TardeAR' y es que, al parecer, la "primera petición" de Sancho fue que le devolvieran las vitaminas que tomaba habitualmente.