Nueve de la mañana. Calle Ferraz. Justo hace doce horas los antidisturbios de la Policía Nacional comenzaban a cargar contra los manifestantes. Ahora, a la luz del día la estampa es diferente. Los comercios que decidieron cerrar por los disturbios levantan el cierre.

"Cerramos ayer por lo que pudiera pasar, tampoco iba a entrar nadie", cuenta uno de los camareros de un comercio que se ubica próximo a Plaza de España en Ferraz. A escasos veinte metros una moto fue quemada anoche por un grupo de exaltados que protestaban contra la amnistía y reventaron la concentración. "Ahí en mitad de la carretera quemaron de todo también", explica señalando a las obras en el entorno del Templo de Debod en el que incluso se usó uno de los contenedores de escombros que hay por la zona. Cuenta, además, que la estampa anoche era de basura y papeleras tiradas por el suelo.

Avanzando por la calle Ferraz hacia la sede del PSOE la estampa era igual. Latas de cervezas por el suelo, algúna que otra piedra en la calzada y vecinos mirando y comentando lo sucedido. "Hay una mujer que no pudo ir a casa por la que estaba liada", comentaba una pareja de jubilados, que reconocían que estaban "asustados" por los grupos violentos que acuden a las manifestaciones. "Un chico joven puede correr, pero nosotros no", decían sobre si cualquier carga policial les pilla andando por su barrio acudiendo, por ejemplo, al supermercado.

Papelera en Ferraz

Pasada la sede del PSOE, llegando a la calle Marqués de Urquijo, epicentro de las manifestación, el suelo empezaba a crujir. A pesar de que se había recogido buena parte de los cristales, zapatos y hasta fundas de móviles que se perdieron durante las cargas, todavía quedaban multitud de pequeños cristales que no habían sido barridos correctamente, con el peligro que supone. Por no hablar de las decenas de latas de cerveza, vasos con bebidas espirituosas y restos de banderas de España.

Bajando Marqués de Urquijo, en el Paseo del Pintor Rosales, son los propios hosteleros los que tienen que retirar los cristales, colillas y cervezas que el Ayuntamiento no limpió. "No queda otra. No sé si no les ha dado tiempo o no han limpiado mal, pero la acera en esta calle es muy mala porque tiene mucho recoveco. Hay que limpiar con agua porque el vidrio es pesado y no basta", se quejan. "Almeida no ha limpiado nada, nos toca a los de siempre", se quejaba otro hostelero recogiendo los últimos cristales frente a su establecimiento. De hecho esa esquina los montones de basura se acumulan antes de levantar el cierre y despejar la zona alrededor de las terrazas.

Resto bengala Marqués de Urquijo

Subiendo Marqués de Urquijo hacia la calle de la Princesa se podía observar como la limpieza había sido superficial. El acceso al parking que se ubica bajo la calle estaba llena de botellines e incluso se podían ver restos de bengalas que habían sido lanzadas este martes por la noche.

"En Madrid, permítanme, somos más civilizados"

Unas horas antes de la segunda noche de disturbios, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida era entrevistado en Más vale tarde en laSexta. "No tengo noticias de que se puedan producir disturbios, ni siquiera los disturbios que se produjeron en Barcelona en el año 2019 como consecuencia de la sentencia del Procés", indicaba. De hecho, se atrevía a comparar la futura respuesta a las de Cataluña: "En Madrid, permítanme, somos más civilizados"

En esa defensa de las libertades personales se ha apoyado también este lunes el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache: "Para la izquierda ahora cualquier manifestación en la calle es un ataque a la convivencia y eso refleja que la izquierda está muy nerviosa, porque han perdido la calle (...) Por eso rechazan las manifestaciones que, por cierto, no dejan ningún contenedor quemado ni ningún cristal roto.... dejan las calles limpias, perfumadas y sin ningún incidente", en referencia a las protestas del fin de semana en las que participó Aguirre. Apenas unas horas después, el entorno de Ferraz se llenaba de contenedores tirados y papeleras arrancadas.

Moto ferraz

39 heridos, 29 de ellos policías

La tensión acababa a eso de las 23:30 horas del martes, donde, tras dispersar a más de 7.000 personas congregadas, la Policía informaba que se habían detenido a seis personas por desórdenes públicos, dejando además una cifra de 39 personas heridas, de las cuales 29 son policías.

La Policía se había equipado desde el primer momento de la tarde con cascos y procedía a cortar la calle Ferraz, Buen Suceso y parte de Marqués de Urquijo evitando así acceder a la sede nacional socialista. Desde ese momento, los botellazos, latas de cerveza llenas, barras de hierro, bengalas y petardos eran constantes atacando tanto a agentes como a la prensa que cubría la manifestación.

Pese a que la convocatoria que se había viralizado en redes se esperaba a las 20.00 horas, ya desde las 19.00 horas de la tarde se acercaban los primeros manifestantes envueltos en banderas de España y coreando "España no se vende, España se defiende"; "Puigdemont a Prisión" o "Pedro Sánchez hijo de puta".

A la congregación se ha sumado el líder de la empresa paramilitar Desokupa, Daniel Esteve, junto a decenas de seguidores que se han unido a los allí presentes. Entre otros, también han asistido la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, el diputado de Vox, Manuel Mariscal o la diputada Rocío de Meer.

En primera línea y separados por vallas de la Policía Nacional, se han agrupado afiliados a la formación ultra España 2000 con una gran pancarta en la que se leía "España no se vende. Resistencia social", un punto donde se ha producido tensión con otros manifestantes cercanos contrarios a las proclamas nazis que proferían estos manifestantes.

Además, la líder del grupo neonazi de Bastion Frontal, Isabel Medina Peralta, se ha subido junto a otro chico al techo de un quiosco de tabacos que hace esquina entre Ferraz y Marqués de Urquijo haciendo el saludo nazi y portando una bandera con la cruz de Borgoña e incluso ararraban una bandera franquista.