El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha mostrado su extrañeza ante la larga trayectoria policial del excomisario José Manuel Villarejo y ha criticado que en la Policía haya habido comportamientos "aborrecibles" y "desleales" con el Estado de Derecho. "No me lo explico", ha afirmado.
En una entrevista con EFE, Grande-Marlaska se ha pronunciado en estos términos al ser preguntado sobre qué explicación da a que Villarejo, en prisión desde noviembre e investigado por delitos como cohecho, blanqueo, organización criminal o extorsión, entre otros, haya tenido tanta relevancia durante tanto tiempo en la Policía. El ministro ha reconocido que, aunque el asunto está bajo investigación judicial, hay un "elemento incriminatorio importante" contra el excomisario, sobre el que se va a investigar todo "hasta el final".
Las denominadas cloacas del Estado
Preguntado por la limpieza de las denominadas "cloacas de Interior" o "policía política", el nuevo responsable de Interior ha subrayado que el 99 % de los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son "absolutamente profesionales", formados y preparados, y realizan su trabajo "de manera correcta, conforme a la ley" para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Por ello, recalca que no se puede "desacreditar" a toda una institución como la Policía Nacional por conductas "tan aborrecibles, tan desleales con el Estado de Derecho" como las que se han producido.
La polémica alrededor de la UCO
Sobre la polémica en torno a la Unidad Central Operativa (UCO), tras la destitución de su jefe, Manuel Sánchez Corbí por "pérdida de confianza", Grande-Marlaska ha considerado "absolutamente peligroso" personalizar la lucha contra la corrupción en un solo nombre y recalca: "Quien persigue la corrupción no es el jefe de la UCO, quien persigue la corrupción es toda la UCO".
El ministro ha desmentido que se hubiera agotado la caja de los fondos reservados de la UCO, por lo que se suspendían las actividades vinculadas con esa partida, según afirmó Sánchez Corbí en un correo electrónico interno. "No es cierto", ha afirmado tajante Grande-Marlaska, que ha explicado que cuando llega un nuevo Gobierno no "corta" los fondos reservados, pero reivindica su derecho a saber "qué hay dentro" para tomar decisiones. Según ha añdido, en materia económica forma parte de su labor conocer en detalle "dónde se gasta, cómo se gasta y para qué se gasta", lo que no quiere decir "que se deje de gastar o que se corten los fondos".
"¿O es que tengo que asumir todo lo que hay, salga bien o salga mal? Asumiré lo que está bien; lo que está mal no lo tengo por qué asumir, para eso me pagan, ¿no?", ha insistido el titular de Interior.
No ha perdido su confianza en los Mossos
Grande-Marlaska ha contestado, también, sobre la crisis en Cataluña y la situación de los Mossos d'Esquadra, una instituciónen la que ha asegurado que no ha pedido su confianza tras lo ocurrido el 1-O y los atentados del 17 de agosto pasado. Al respecto ha afirmado que la cooperación con los Mossos siempre ha sido y sigue siendo "espléndida y ejemplar", se muestra partidario de convocar "con rapidez" la Junta de Seguridad de Cataluña y niega que los presos del "procés" hayan recibido ningún trato privilegiado tras su traslado a cárceles catalanas.
Presos etarras
Respecto al futuro de los presos de ETA, Grande-Marlaska ha dicho que el acercamiento a cárceles del País Vasco "no es un beneficio penitenciario", por lo que no cabe imponer exigencias "sine qua non" de petición de perdón. "La dispersión ha sido una política penitenciaria para luchar contra el terrorismo de ETA, esa era la razón fundamental de la dispersión", recalca el ministro, antes de recordar que ETA en estos momentos está "vencida y disuelta". Ha peido, además, tener "memoria histórica" a quienes olvidan que cuando la banda terrorista estaba muy activa, en 1996 o 1998, mientras ETA mantenía el secuestro "más largo y tortuoso" del país, el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, hubo acercamiento de presos a cárceles próximas al País Vasco.
