El ya ex secretario general era conciente de que había perdido el favor de la lideresa y creía que su cese se iba a producir en el próximo congreso regional que se celebrará a primeros de 2012. Sin embargo, Esperanza Aguirre no ha querido esperar ni un minuto más y, tres días después de las elecciones, ha puesto fin a la "pérdida de confianza" en su hasta ahora número dos.

"No era necesario ese bochorno. No hubo unanimidad en el Comité. Sí un silencio clamoroso", ha comentado Granados. A pesar de ello, asegura sentirse aliviado por la decisión ya que "hacía mucho tiempo" que no se sentía "cómodo" con el actual equipo.

No es el único reproche. Granados dice que no reconoce a la organización a la que se afilió en este PP madrileño y ha expresado su deseo de que retome su rumbo original.