El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibe este martes 19 de junio a los Reyes de España. Felipe VI celebrará en Washington el cuarto aniversario desde su proclamación como jefe del Estado español. Esta fecha tan señalada llega en el momento más delicado para la Corona, pocos días después de la condena a Iñaki Urdangarin, con la mala relación entre la reina Letizia y la reina Sofía en boca de todos y con las incipientes dudas sobre el papel de la Monarquía.

El pasado martes 12 de junio el Tribunal Supremo rebajó la condena a Urdangarin por el caso Nóos. El marido de Cristina de Borbón, quien alegó que ya había sido condenado por la sociedad y los medios de comunicación, pidió su absolución hace tres meses cuando trascendió la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca que le condenaba a seis años y tres meses de prisión. La Fiscalía solicitó endurecer la pena hasta los 10 años. Los delitos que se le atribuyen son delitos fiscales, fraude, malversación y tráfico de influencias. Por su parte, la infanta Cristina fue absuelta. Eso sí, fue considerada responsable civil a título lucrativo por valor de 265.088 euros.

Felipe VI siempre puso tierra de por medio desde su proclamación. El rey ha sido contundente con su yerno y su hermana: primero los sacó de la Familia Real, así como de la agenda oficial, y luego les retiró el título de duque y duquesa de Palma.

Letizia y el rey vivieron la sentencia por separado. La reina presidió la reunión del Patronato de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción celebrada en la sede de Iberdrola (Madrid), mientras el jefe del Estado estuvo en el Palacio de El Escorial presidiendo un acto militar, concretamente, el Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, de la que el monarca es Soberano.

Tensión entre Letizia y Sofía

Pero la condena a Urdangarin no es la única espina que perturba la paz de los Reyes. El pasado Domingo de Pascua, a las puertas de la Catedral de Palma, se produjo un momento de lo más tenso entre la reina Letizia y su suegra doña Sofía. A la tradicional misa acudieron los actuales reyes acompañados de sus hijas, Leonor y Sofía, así como los reyes eméritos, Juan Carlos I y Doña Sofía.

Como es tradicional, a las puertas del templo la familia real se paró para ser retratada por los fotógrafos presentes, en un momento, como muestra el vídeo que ha corrido como la pólvora en redes, la reina emérita agarra a sus dos nietas para que le hagan una foto con ellas, pero a Letizia no parece hacerle mucha gracia y se interpone entre ellas y los fotógrafos.

En un momento dado, con la tensión palpable, la reina Letizia intenta apartar a su hija mayor de doña Sofía, y finalmente la princesa de Asturias aparta de un manotazo el brazo de ambas. Felipe VI se acerca a ambas en lo que parece un intento de mediación. A la derecha se puede ver al rey Juan Carlos I a cierta distancia observando la escena con expresión de desconcierto.

El asunto no quedó ahí. Una vez fuera de la catedral de Palma, el enfrentamiento entre la reina Letizia y la reina emérita continuó. Pese a las amplias sonrisas que mantuvieron todas las protagonistas de la escena, la tensión crece por momentos. Doña Sofía da un beso en la frente a la princesa Leonor y su madre, inmediatamente después se lo limpia ante la atenta mirada de su hermana menor, la infanta Sofía. De hecho, el asunto era tan espinoso que el propio rey tuvo que mediar. La Casa Real admitió que el gesto fue desafortunado.

Polémicas familiares aparte, la figura de los reyes, cuestionada en los últimos años (sobre todo en Cataluña a raíz del procés), ha sido comentada en sede parlamentaria. Concretamente, en la comisión de investigación de la caja B del PP. El empresario Javier López Madrid compareció, pero se negó a aclarar los motivos por los que la reina Letizia le llama “compi yogui”: “¿Tengo que contestar a preguntas que no tienen relación con objeto de esta comisión?”, cuestionó. Y no lo hizo.