Quedan dos días para finalizar el 2022, pero el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, tiene la mirada puesta en otra fecha, más alejada en el tiempo pero muy importante para el devenir de la política de España: las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. Tal es la magnitud que esta cita tiene que su trascendencia se ha hecho notar en el balance de este año que el presidente popular ha realizado este jueves 29 de diciembre, a cinco meses de que los españoles tengan que acudir a las urnas y a un año vista de las generales. Y es que Feijóo se ha puesto su traje electoral y ha pronunciado un discurso plagado de referencias al Gobierno de Pedro Sánchez y dirigido a las clases medias y a todos aquellos "que lo están pasando mal".

Arañar votos en la clase media

El presidente popular ha aprovechado que quedan pocos días para dar la bienvenida al 2023 para presentarse de nuevo como "la alternativa" al Ejecutivo de coalición y sobre todo a su líder, a quien ha acusado de "haber perdido la conexión con la realidad" así como de tener una "falta de humanidad y de empatía terrible" para con los españoles. Precisamente esta ha sido la tónica general de su intervención desde la sede de la formación en Génova, epicentro de las embestidas a Sánchez y de continuas apelaciones al poder de los ciudadanos para cambiar el devenir político el próximo año. Una muestra más de que la carrera hacia La Moncloa ha comenzado ya y que él pretende enfrentarla desde lo social.

Tras mandar un mensaje de "recuerdo" a las personas "que lo están pasando mal" como consecuencia de la "profunda crisis económica", sobre todo para la clase media y los jóvenes, de los que dice "han vivido de forma permanente en una crisis desde 2008", Feijóo ha asegurado estos necesitan "certezas, respuestas y soluciones", algo que ha defendido "para lo que está en condiciones el Partido Popular" que él mismo dirige. Por eso, ha centrado su discurso en "cuatro bloques": los retos a los que se ha enfrentado su formación este 2022, una reivindicación de la política, la "crisis institucional" que dice está sufriendo nuestro país y al 2023, en el que está convencido de que "habrá cambio político".

La crisis del PP

En lo referente a los retos, a su juicio el PP ha experimentado una "crisis agua y profunda" aunque "corta", lo que ha llevado a que ahora sea él quien se haya puesto a los mandos del partido tras la salida de Pablo Casado. Un cambio que ha traído consigo -según sus palabras- "tres condiciones y características: humildad, responsabilidad de Estado y compromiso para que el país vaya mejor". Por eso, ha sacado pecho de la "victoria histórica" en Andalucía, un camino que ha defendido va a seguir su formación en las próximas citas electorales no solo donde ya gobiernan sino en el resto de regiones. "Estamos en condiciones de ganar en cualquiera de las CCAA que se someterán a las urnas en mayo de 2023", ha asegurado.

Todo porque el PP "goza de buena salud" pese a los resultados que algunas encuestas, que apuntan a un pinchazo del efecto Feijóo en los últimos meses. En concreto, se ha referido al barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un estudio "firmado por un militante socialista que no tiene ninguna relevancia demoscópica". Esto le ha llevado al segundo punto, la reivindicación y defensa de la política ante una "crisis social, económica e institucional" que dice "está mas agravada que al inicio de 2022". "En mi primera intervención dije que en la política y el gobierno sobra frivolidad, inexperiencia, división, soberbia y ruido, y falta rigor, seriedad, planificación, orientación, algo que sigue sirviendo ahora", ha afirmado.

"Minicheque electoral"

El dirigente popular ha aprovechado para cargar contra el nuevo paquete de medidas anticrisis aprobado por el Consejo de ministros esta misma semana, el tercero desde que estallara la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y es que ha vuelto a criticar los datos económicos, que dice "no son ni un avance ni protege a los españoles", en referencia al eslogan del Gobierno expuesto durante la comparecencia de Sánchez este martes. A su juicio, el PIB, la deuda pública o el paro son muestra de que esta es una "legislatura perdida" mientras el decreto revela que Sánchez "está desbordado" y "ha llegado tarde" con anuncios que "son una copia de las propuestas del PP" aunque están "incompletos".

"Es una falta de humanidad y de empatía terrible que hayamos pasado todas las navidades con los precios mas caros sin hacer una sola rebaja. Es impropio de un gobierno con la mínima sensibilidad social", ha dicho de un Sánchez que "ha perdido la conexión con la realidad" y cuyo retraso ha conllevado "un gasto de 800 millones de euros" para los españoles. Así, ha cargado contra la ayuda directa de 200 euros a la clase media, que ha calificado de "mini cheque electoral", o que baje los impuestos a alimentos básicos y deje fuera otros que son "de primera necesidad", como la carne, el pescado o las conservas. Por eso, ha pedido que este se descuente del IRPF o ampliar el descuento de 20 céntimos a los carburantes, medida a la que el PP votó en contra en su puesta en marcha.

"Experiencia" frente al "debilitamiento del Estado"

Tras esto, Feijóo ha vuelto a sacar el argumentario principal de su formación en los últimos meses en lo que respecta a la "crisis institucional" o "debilitamiento del Estado", es decir, la sedición, la malversación, la ley del solo sí es sí... o los socios del Gobierno. "Sánchez dijo que nunca pactaría con los independentistas y convirtió a ERC y Bildu puntales de su gobierno. No tiene credibilidad", ha asegurado para después criticar que ante el diálogo ha recibido "desprecio" o que ante "palabras" ha obtenido "engaños", en lo relativo al Poder Judicial. "No quiere entenderse con el partido alternativo, que ofrece experiencia de gestión, sentido de Estado y consenso. Prefirió un camino sin retorno y ha fiado su suerte a aquellos a los que había renegado", ha dicho.

Ha sido entonces cuando Feijóo ha terminado de ponerse la corbata de su traje electoral para dar cuenta de su postura ante el 2023, que se ha centrado -como se ha puesto de manifiesto en toda su intervención- en lanzar un mensaje a las familias de clase media para que se sumen a un proyecto "sin etiquetas" y basado en "valores", que dice encarna el PP. "Quiero lanzar un mensaje de esperanza, confianza y enmienda en la política que estamos padeciendo. En mayo todos podrán expresar qué opinan, el balance de los últimos años y qué quieren para los siguientes", ha afirmado para defender a reglón seguido que "España merece un mejor Gobierno".

El PP como alternativa

"Vengo a ofrecer un cambio porque hay una mayoría que cree en un proyecto sin etiquetas. Hay más españoles que nos van a votar y otros que tienen claro que no van a repetir su voto", ha manifestado antes de reivindicar su proyecto como el que ha demostrado que tiene "rigor en la gestión del dinero público" o lleva a cabo una "defensa de las instituciones para defender la Democracia, el Estado de Derecho y las libertades". Por eso, ha situado al PP como la formación que conforma la "alternativa" en un año en el que van a poner sobre la mesa un modelo con "planes para volver a ser un país solvente" que pase por impulsar la reducción de la deuda pública, contener la inflación o asegurar las pensiones.

Y es que ha enarbolado la bandera del diálogo y del "respeto" entre los políticos, a las instituciones, a los ciudadanos y a la política, ya que su deber es "solventar los problemas y no crearles más". "Ese es el compromiso del PP y mío personal. No tengo otro objetivo. Voy a pretender servir a España desde el más alto honor y mayor responsabilidad pública. Serán los ciudadanos quienes decidan, solo a ellos me debo", ha afirmado en una nueva tendida de mano hacia los españoles de cara a la cita electoral que se celebrará el próximo mes de mayo y posteriormente en diciembre los comicios generales.

Ya en el turno de preguntas, Feijóo ha avanzado que va a poner sobre la mesa de Sánchez nuevas "propuestas genéricas" a las medidas anticrisis anunciadas por el Gobierno así como que está dispuesto a discutirlas "con el ánimo de contribuir". Y es que durante toda la semana Génova ha sacado pecho de que muchas de las propuestas de la coalición son marca popular y les acusan de "copiar" sus planteamientos e impulsarlas "tarde e incompletas".