Este sábado las calles de Madrid podrían dejar una imagen para la historia. Más allá de una oleada de banderas de España, la manifestación organizada por la ultraderecha para protestar contra Pedro Sánchez y "defender la Constitución" dejaba la puerta abierta a una nueva "foto de Colón", una instantánea protagonizada por el Partido Popular, Ciudadanos y Vox que se ha convertido en la imagen de la vergüenza para la derecha de nuestro país. Sin embargo, en esta ocasión no parece que vaya a repetir. No porque estas tres formaciones no estén a favor de los valores que en ella se van a defender, sino porque Alberto Núñez Feijóo quiere evitar a toda costa que un retrato junto a Santiago Abascal le aleje de su estrategia: presentarse como moderado.

La 'foto de Colón'

El pasado 10 de febrero de 2019 se reunieron bajo el lema ''una España Unida'' en la madrileña plaza de Colón los líderes del Partido Popular, Ciudadanos y Vox para mostrar su rechazo contra la gestión de Pedro Sánchez, entonces por la situación del independentismo en Cataluña. Esa instantánea supuso una prueba de la unión del bloque de derechas, en aquel momento dirigidos por Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal. Este último es el único que ha sobrevivido a esa imagen mientras los otros dos, como tantos otros que quedaron retratados, ya no ejercen en primera línea de la política. De hecho, esta foto de Colón supuso un antes y un después para Casado y Rivera, quienes con este encuentro dieron un paso más en su desaparición.

Foto de Colón

Foto de Colón en 2019

Ahora, el actual presidente del Partido Popular evita a toda costa que se pueda volver a producir la misma situación, que nada benefició a su antecesor y que, en su caso, supondría una gran piedra en su camino hacia la Moncloa. Una estrategia que en el momento de su llegada a Génova marcó desde una aparente "moderación" y que quedaría fuertemente dañada en el caso de repetirse. Por eso, el líder popular ha rechazado acudir a la manifestación organizada por diversas organizaciones ultraderechistas contra la gestión de Sánchez a cuenta de los delitos de sedición, la malversación o la polémica aplicación de la ley del solo sí es sí.

En defensa de la Constitución

En concreto, un entramado de "organizaciones civiles" capitaneadas por la Fundación Foro Libertad y Alternativa y Foro España Cívica han llamado a salir a las calles de Madrid este sábado 21 de enero con la consigna Por España, la democracia y la Constitución por estos asuntos que -denuncian- suponen un "deterioro del sistema democrático" y una muestra del "golpismo" del Gobierno. Se trata de unos enunciados que en los últimos meses han defendido a capa y espada tanto Vox como el Partido Popular. De hecho, el manifiesto de convocación de la protesta coincide casi punto por punto con el argumentario del PP y las críticas que han vertido sobre el Ejecutivo nacional.

A pesar de esto, la cúpula de la dirección nacional no quiere volver a coincidir en tiempo y forma con Vox y quedar retratado de forma tan evidente. Este jueves, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, aseguró que es una manifestación "organizada por la sociedad civil" y que, por lo tanto, sobre ella debe recaer todo el "protagonismo" lejos de que los políticos la capitaneen. Así, la formación defendió que estaría presente, pero en un sonado perfil bajo ya que no va a asistir ningún miembro potente de Génova. Tampoco acudirán la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.

Feijóo lo apoya, pero no asiste

Quienes sí acudan finalmente, cuyos nombres todavía no están confirmados, lo harán "a título personal" dado que, aunque están de acuerdo con el trasfondo de la manifestación, no ha sido convocada por ningún partido político. Este extremo también ha sido defendido este viernes por el propio dirigente popular, quien ha ratificado que "el PP apoya la manifestación porque siempre estará a favor de la Constitución y la libertad". "Los protagonistas son la sociedad civil que sale a la calle para pedir Constitución, democracia y libertad", ha justificado el expresidente de la Xunta de Galicia. Pero al mismo tiempo ha reiterado que "los protagonistas son los convocantes".

"Hay un apoyo inequívoco del PP a la manifestación de la sociedad civil y entiendo que no es una manifestación que tienen que patrimonializar los políticos, sino que deben apoyar las formaciones políticas que la comparten", ha declarado antes de poner el foco en quienes no han expresado estar de acuerdo con esta protesta, dirigida directamente contra el presidente del Ejecutivo. "Lo lógico es que estuviésemos representantes de todos los partidos y de todos los que creemos en la Constitución, en la libertad y de los que creemos en la democracia. Hay partidos que no la apoyan, ellos sabrán por qué", ha dicho en referencia al PSOE, Podemos y el resto de las formaciones de izquierdas.

Claro tinte ultra

Los que sí van a asistir son los representantes de Vox, con Abascal al frente, así como Inés Arrimadas, quien recientemente ha sido sustituida al frente de Ciudadanos. Un hecho que choca -o no- con la actitud de la actual dirigente de los naranjas, Patricia Guasp, quien ha confirmado que no va a acudir tras dejar en el aire la posibilidad de censurar al resto de miembros del partido la posibilidad de formar parte de este acto ultra. Finalmente parece que ha optado por dejarlo en manos de los propios afiliados para que se presenten "a título personal". Con todo, y a pesar de las ausencias, el acto va a tener un claro tinte ultraderechista.