En la XXVII Cumbre Hispano-Francesa celebrada este jueves en Barcelona, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en presencia de su homólogo francés, Emmanuel Macron, ha comparado la manifestación de independentistas de Cataluña que ha servido como telón de fondo a la cita europea con la próxima concentración organizada por la derecha que se dará este sábado en Madrid contra el Gobierno de coalición.

El jefe del Ejecutivo ha afirmado que la “amplia mayoría” de la población española está en el medio de ambas, entre una protesta y la otra, tal y como ha afirmado en su comparecencia ante los medios de comunicación después de la firma de los acuerdos de los ministerios franceses y españoles, además del Tratado de Amistad.

"Entre lo que ha sucedido hoy jueves y lo que va a suceder en Madrid el sábado es donde se encuentra la amplia mayoría de este país, tanto en Cataluña como en España, que es en la defensa de una España unida en su diversidad y eso es lo que reconoce a mi juicio la Constitución de 1978", ha precisado Sánchez.

En cuanto a la protesta independentista, Sánchez ha señalado, en respuesta a la prensa, que la Constitución española se cumple “en todos y cada uno de los territorios del país” y, por lo tanto, se reconoce el derecho a la manifestación pacífica en defensa de unos ideales, “incluso de los que van en su contra, como ha sucedido hoy en Barcelona”, ha matizado.

Ha sido en este punto cuando el jefe del Gobierno de coalición ha puesto de manifiesto que este sábado tendrá lugar otra protesta en la que reivindicará “todo lo contrario”, aunque ha llamado a “respetarlo”.

Barcelona, epicentro de la Cumbre Hispano-Francesa

En otro orden de ideas, Sánchez ha ensalzado el papel de Barcelona, que ha ejercido como punto estratégico de la firma del Tratado de Amistad con Macron, convirtiéndose así en un “homenaje de respeto, consideración y admiración”.

La convivencia, la concordia y la capital catalana como sinónimo de vanguardia han sido los ejes vertebradores del discurso del presidente, prometiendo a la par que las inversiones y anuncios de proyectos que se han sucedido en los últimos meses y que comprometen de primera mano a Barcelona le dará un empujón de visibilidad internacional y reconocimiento de sus instituciones.

En cambio, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, no se ha mostrado, en parte, de acuerdo con la postura adoptada por Moncloa ya que, por un lado, ha insistido que la protesta independentista viene promovida por “una minoría que no representa al movimiento”, aunque ha defendido que el procés no está muerto.