El PP continúa incurriendo en contradicciones flagrantes. El líder de los 'populares', Alberto Núñez Feijóo, ha puesto en marcha una Vicesecretaría de Igualdad y Conciliación, además de incorporar a cuatro mujeres, dos de ellas próximas a Ayuso, a las filas de su equipo. Al frente de este nuevo eslabón de Igualdad de la jerarquía 'popular', estará la aragonesa Ana Alós. El quid de la cuestión es que se antoja contradictorio impulsar un área de estas características cuando, meses atrás, el propio Feijóo prometió que suprimiría el Ministerio de Igualdad, y cuando en cientos de ayuntamientos y en varias comunidades autónomas, los 'populares' no tienen ningún reparo en pactar con la ultraderecha y adscribirse a sus postulados negacionistas de la violencia de género.

Las otras tres nuevas integrantes de la dirección 'popular' son la madrileña Paloma Martín, que será vicesecretaria de Desarrollo Sostenible, la castellanoleonesa Ester Muñoz en la Vicesecretaria de Sanidad y Educación, y la también madrileña Noelia Núñez en la Vicesecretaria de Movilización y Reto Digital. Cuatro incorporaciones que reestructuran el organigrama del partido y establecen un comité de dirección de 16 personas, con 10 mujeres y 6 hombres, con la creación de estas nuevas áreas para, de acuerdo con el propio PP, "adaptarse a la realidad social de nuestro país". Decisiones y palabras procedentes del mismo partido que prometió suprimir la cartera de Igualdad y que pacta con la extrema derecha siempre que lo necesita para alcanzar las instituciones.

El propio Feijóo expresó el pasado domingo que tenía como objetivo contar con un equipo "ampliado, rejuvenecido y con nuevas ideas y enfoques" para esta legislatura, en la que los 'populares' tendrán la misión de hacerle la oposición al Ejecutivo del PSOE y Sumar. Querer adaptarse a la realidad social del país, pero al mismo tiempo abogar por la supresión de un Ministerio importante para entender la misma, y pactar en cientos de instituciones con un partido que tampoco está adaptado a ella, la última incongruencia de los 'populares' de Feijóo y compañía.

Los pactos de la vergüenza del PP y Vox

Las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo dejaron en España un panorama muy particular. La derecha y la extrema derecha consiguieron un avance muy considerable en las urnas que les permitió establecer gobiernos en cientos de ayuntamientos y llegar a pactos, ya sea de gobierno o programáticos, en algunas comunidades autónomas. Hasta 140 ayuntamientos suscribieron acuerdos que permitieron a la extrema derecha entrar en las instituciones o sentar agenda sobre las mismas, pese a que en muchos de los lugares en los que se han sellado acuerdos entre PP y Vox la lista más votada fue el PSOE, retratando así a Alberto Núñez Feijóo por su insistente ofrecimiento a Pedro Sánchez, durante la campaña electoral, para dejar gobernar a la lista más votada.

Entre esos 140, destacan algunas capitales de provincia como Valladolid, Burgos, Guadalajara, Toledo, Huelva o Ciudad Real, en las que Vox gobierna de la mano con el PP. A ellas, se suman Móstoles, Alcalá de Henares (segunda y tercera ciudad más poblada de Madrid, respectivamente) y Níjar, en Almería. A su vez, de los 140 consistorios en los que está presente la ultraderecha, en 26 de ellos cuentan con mayoría absoluta, según datos aportados por el propio partido.

Escenario parecido en el poder autonómico, donde los de Santiago Abascal se han sentado en cuatro comunidades y han alcanzado acuerdos programáticos en otras tantas. En primer lugar, se encuentra Castilla y León, región en la que PP y Vox formaron Ejecutivo tras las elecciones de febrero de 2022. Allí, Juan García Gallardo (Vox) y Alfonso Fernández Mañueco (PP) han impulsado medidas con un fuerte carácter reaccionario, tales como un programa de medidas y protocolos para la desincentivación del aborto, del que diversos psicólogos llegaron a asegurar que "buscaba coaccionar a las mujeres", o su oposición frontal a la ciencia al aprobar una normativa autonómica que suavizaba los controles sanitarios para permitir que las vacas contagiadas de tuberculosis pudieran ser consumidas por el ser humano. Cabe destacar que la tuberculosis puede transmitirse a humanos al ser altamente infecciosa y, según denunciaron los expertos, se puso en riesgo el nivel sanitario de la cabaña ganadera española y comunitaria y también suponía un problema de salud pública. A su vez, el Ministerio de Agricultura tuvo que elevar una medida que impedía el movimiento de estas reses para evitar la propagación de la enfermedad.

También cabe recordar el caso de la Comunidad Valenciana, donde Carlos Mazón (PP) suscribió un acuerdo con Vox en uno de los territorios donde más patente ha quedado el machismo de esta formación. Inicialmente, el partido dirigido por Santiago Abascal presentaba como candidato a presidir esta región a Carlos Flores Juberías, político que fue condenado por violencia psíquica habitual y malos tratos a su expareja. La mencionada sentencia recogía amenazas como “te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo” e insultos como “ladrona, secuestradora de niños” o “dueña de calabozo”.

A pesar de estos pactos y de promesas que atentan contra la Igualdad y contra los derechos sociales y avances que han conseguido mejorar la vida de las mujeres, el PP ha sacado pecho de su reestructuración y de la fundación de su Vicesecretaría de Igualdad, siendo inconscientes de las fuertes contradicciones en las que incurren al pretender estar a ambos lados de este contexto.