La Audiencia Nacional ha reanudado este viernes el juicio a la rama valenciana de Gürtel tras un parón de 48 horas en el que las defensas de dos miembros de la red, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, El Bigotes, se plantearon la posibilidad de cambiar su estrategia y reconducirla hacia una posible confesión de sus representados. La Fiscalía ha cercenado sus aspiraciones puesto que se ha negado a llegar a un acuerdo. Aún así, Crespo ha respondido a todas las preguntas y ha dado nombres que han provocado un notable temblor en el seno del Partido Popular. Y uno de ellos ha sido Alberto Fabra.

Crespo ha declarado ante el juez que de todas las facturas de Orange Market al PP tan solo tuvieron problemas con una. Según ha dicho, el recibo fue el correspondiente a unas vallas publicitarias del entonces candidato a la alcaldía de Castellón, Alberto Fabra. El PP de Castellón pidió que las pagara el partido regional, que a él no le correspondía: “Acabó pagándola Piaf (una empresa)”.

Fabra fue president de la Generalitat valenciana desde julio del 2011 hasta junio del 2015. Aterrizó en la cúspide del gobierno autonómico tras la dimisión de Francisco Camps por el escándalo de los trajes que le regalaban implicados en la trama Gürtel.

Acumula más de 35 años de militancia en el PP valenciano. Durante su carrera ha sido concejal en Castellón (desde 1991 hasta 2011), Diputado en las Cortes Valencianas (desde 2007 hasta 2015), alcalde de Castellón de la Plana (de 2005 a 2011), fue presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (desde 2011 a 2015) y lleva atornillado en el Senado desde julio de 2015. De hecho, es uno de los nombres del PP que ostentan cargos públicos a día de hoy y que han sido señalados por Creso. La otra persona es la senadora Adela Pedrosa.

Toda su carrera puede resumirse en el siguiente enunciado: era el hombre elegido para limpiar el PP tras la era Camps y ha acabado salpicado -y de qué manera- por la Gürtel valenciana.

Un senador cercado por la corrupción

Febrero de 2015. Alberto Fabra asegura que “el Partido Popular es el más honrado y el más honesto que puede haber en cualquier panorama”. Unas palabras que pronunció apenas unos meses antes de dimitir tras las revelaciones del caso Púnica. Y es que, su dimisión coincidió con el levantamiento del secreto de sumario, y varias adjudicaciones en Valencia durante la etapa de Alberto Fabra estaban en el foco judicial.