Las alegrías en Génova, 13 últimamente son muy efímeras. Tras una semana de bajón después de los resultados del 23J, este sábado los populares recibían un capote después de que el recuento del voto CERA haya otorgado un escaño más al PP (pasando de 136 a 137) en detrimento del PSOE (pasan de 122 a 121). Un reajuste de representantes que sitúa a los neoconvergentes catalanes en el centro del tablero de la política nacional, puesto que sus votos ahora son fundamentales tanto para una investidura de Alberto Núñez Feijóo, como para una de Pedro Sánchez, el candidato con más posibilidades de llegar a La Moncloa.

En este sentido, y ante la alarmante falta de apoyos de Feijóo, el PP está dispuesto a explorar todas las posibilidades antes de darse por rendidos. Bajo este contexto, este sábado el PP enterraba el hacha de guerra exhibida durante los últimos meses y buscaba un acercamiento precisamente con Junts. Ya saben, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Una maniobra que, dadas las constantes críticas que los populares han vertido sobre la formación independentistas catalana, no ha pasado desapercibida.

Relacionado El PP no descarta hablar con Puigdemont

Un intento de acercamiento que, sin embargo, todavía no ha tenido respuesta por parte de Junts. Los neoconvergentes, conscientes de que todas las miradas se encuentran sobre ellos, han optado por mantener un perfil bajo –con un tono de misticismo a golpe de tuits del propio Carles Puigdemont desde Bélgica- a la espera de ver cómo avanzan los acontecimientos. No obstante, quien sí ha contestado al PP ha sido Vox, confirmando un secreto a voces: el PP debe decidir si se tapa la cabeza o se tapa los pies, porque ambas partes no pueden simultáneamente. Y si a lo largo de todos estos años los populares han rescatado la figura de Txapote para censurar cualquier tipo de acuerdo con EH Bildu, la formación ultrderechista ha dado un paso más y ha sacado a la palestra el nombre de Josu Ternera para advertir a sus socios de gobierno de que ellos no van “a ser cómplices” de un pacto entre la derecha nacional y la derecha catalana.

“Génova 13 está dispuesta a hablar con Josu Ternera si es necesario. Decíamos que estaban despistados. Pero parece que están completamente perdidos. Nosotros no vamos a ser cómplices”, ha escrito en Twitter la cuenta oficial de Vox, citando un tuit de El País con la noticia de que el PP estaría dispuesto a hablar con Junts sobre una hipotética investidura de Feijóo, siempre y cuando dicho acuerdo se produjera “dentro del marco constitucional”.

El PP no descarta hablar con Junts y Puigdemont tira de filosofía

Volviendo a la maniobra del PP. Pedro Rollán, vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, ha sido el encargado de poner la primera piedra para un hipotético entendimiento entre ambas formaciones. Para ser más precisos, Rollán, preguntado este sábado durante por la prensa en Collado Villaba (Madrid) explícitamente sobre una posible negociación con Junts para investir a Feijóo, subrayaba que el PP está dispuesto a hablar “con todas y cada una de las formaciones políticas”. “Siempre que estén dentro del marco de la Constitución Española”, apostillaba.

Por su parte, Puigdemont, a través de un larguísimo tuit, reaccionaba al ofrecimiento del PP, descartando cualquier tipo de acuerdo con los populares y asegurando que “el chantaje político” no hará que Junts vote a favor de una hipotética investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la Presidencia, Pedro Sánchez. Así, señalaba que tras el recuento del voto CERA solamente se abren tres escenarios: “O Junts vota a favor, o el PSOE facilita la investidura de Feijóo (o la del candidato que los populares propongan, o nos dirigimos a nuevas elecciones".

“No ha pasado tiempo suficiente para saber qué acabarán haciendo los dos grandes partidos españoles —el que ha perdido ganando, y el que ha ganado perdiendo—“, señalaba, en alusión al PP y al PSOE, respectivamente. “Tener la llave es circunstancial. Un día la tienes y al día siguiente, no, y no lo podemos perder nunca de vista. Esto no nos puede hacer caer ni en las prisas ante el miedo de perderla, ni en la sobreactuación delante de un poder que es inevitablemente efímero”, añadía Puigdemont.

Sánchez necesita el sí de Junts o de CC

Antes de este cambio del voto CERA, para alcanzar la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar, la suma de PP (136), Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1) se quedaba en 170 escaños. Mientras tanto, el bloque de la izquierda, sin contar los votos de Junts, alcanzaba los 172 escaños gracias a los 122 estimados para el PSOE más Sumar (31), ERC (7), Bildu (6), PNV (5) y BNG (1).

Sin embargo, tras la pérdida de un escaño por parte del PSOE en Madrid, el bloque de la izquierda con independentistas y nacionalistas (sin Junts) se quedaría con 171 escaños, igualando la cantidad que obtendría el bloque de la derecha al añadir el diputado ganado por el PP.

Hasta ahora, Coalición Canaria, que ha logrado una diputada, ha mantenido su posición de no apoyar ningún gobierno en el que estén presentes Vox o Sumar. La única opción para que Sánchez evite tener que recurrir a los votos a favor de Carles Puigdemont sería conseguir el respaldo de la electa nacionalista canaria, Cristina Valido.