El electorado del PP y Vox está, en su mayoría, a favor de prohibir la prostitución. Así lo expone el barómetro de La Sexta que pregunta sobre una cuestión que ha provocado algunas diferencias en el seno del Gobierno. Si se obedece a la muestra de la cadena, el 64,7% del votante de extrema derecha se reconoce más próximo a la abolición que a la regulación, un porcentaje que desciende hasta el 54,2% en el caso del votante de la formación ahora liderada por Alberto Núñez Feijóo.

En la izquierda los porcentajes se postulan a la inversa. De esta manera, las personas que optan por el PSOE a la hora de depositar su voto en la urna priorizan en un 61,6 % la regulación frente a una posición abolicionista. El votante de Unidas Podemos, por su parte, está en algo más de un 70% a favor de la regulación y en poco menos de un 30% a favor de la abolición. Asimismo, la posición general respecto al debate que centra a una parte del Ejecutivo es, aunque en términos muy ajustados, más próxima a la regulación que a la prohibición (55,3% frente al 44,4%).

Ningún porcentaje supera el 50% en relación a la pregunta ¿considera que la prostitución es un trabajo cualquiera? El votante más lejano al es el de Vox, con un 76,5%, seguido del del PP (71,5%), el de Unidas Podemos (63,5%) y el del PSOE (59,9%).

Debate sobre la abolición

El debate sobre la abolición divide al feminismo en Unidas Podemos. La diferencia respecto al tema dentro de la formación morada se ha visto de manera clara a raíz de la ley abolicionista planteada por el PSOE y que persigue prohibir el proxenetismo en todas sus formas.

Finalmente, el grupo minoritario de la colación ha optado por romper su unidad de voto para que cada miembro pueda votar lo que considere en la materia. Con ello, todo apunta a que Unidas Podemos e Izquierda Unida (IU) se postulará a favor mientras que los diputados de En Comú Podem mostrarán su rechazo.

Desde la confluencia catalana que lidera Ada Colau todavía se estaba estudiando si votar en grupo o hacerlo con autonomía dentro de la formación morada, repitiendo así la fractura de voto que protagonizaron frente a la misma cuestión durante el debate de 2019.

Los morados pretenden centrar con su decisión la atención en la industria proxeneta y esquivar la prohibición de las mujeres a ejercer la prostitución. Los comunes ya promovieron una enmienda en la llamada ley del solo es sobre la tercera locativa para “evitar que se dificulte, todavía más, la actividad que estas mujeres”; una decisión que justifican porque apuestan “por el derecho a tener derechos, también para las personas en situación de prostitución que así lo deseen".

Los socialistas, por su parte, llevan meses insistiendo en su intención de endurecer este punto, incluyendo un “castigo al proxenetismo en general” y ampliando las penas de prisión de 1 a 3 años e implantando multas de 12 a 24 meses.

El debate tendrá lugar este martes, con ERC y EH-Bildu abogando también por mejorar las condiciones de las mujeres que ejercen la prostitución y con el partido principal del Ejecutivo reconociendo haber encontrado más amparo -por primera vez desde que empezó la legislatura- en el PP que entre sus socios.