Los electores del Partido Popular tienen claro a quién responsabilizar del estallido de una crisis difícil de sortear y no es otro que Pablo Casado. De hecho, un 70% de los simpatizantes conservadores estima que las luchas intestinas están lastrando las perspectivas electorales de la formación.

Así se extrae de los datos proporcionados por 20minutos a través de la encuesta elaborada por DYM. Génova es la responsable de las tensiones con Isabel Díaz Ayuso, surgidas a raíz de las primarias del PP de Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid presentó su candidatura. En ese instante, la maquinaria se puso en funcionamiento, soterrándola durante unas semanas, hasta que su ruido ha llamado la atención de los más curiosos.

Un 47,7% de los votantes conservadores señalan a Casado y al resto de la cúpula del partido como responsables últimos de las peleas con Ayuso, a la que expían de todos sus pecados. Al menos la mayoría de los electores del PP, pues tan sólo un 13% sí entrega a la presidenta regional la titularidad de la culpa. Por otro lado, un 29,7% de los encuestados entiende que ambos tienen su parte alícuota de responsabilidad.

Estos datos se replican, a groso modo, en las respuestas del conjunto de la ciudadanía. El 33% de los españoles considera a Casado como el principal responsable de la deriva del PP, mientras que el 20,8% vincula a Ayuso con la crisis. En cambio, el reparto de culpas lo apoya el 35,6% de los encuestados.

Estas tensiones, a ojos del conjunto de votantes, perjudican sobremanera al Partido Popular. Tres de cada cinco electores creen que la lucha fratricida dañará “mucho” o “bastante” a la formación conservadora, frente a un 11,6% que estima nula su incidencia sobre el horizonte electoral.

El pesimismo no es tan alto entre los votantes del Partido Popular. Un 53,6% cree que las cuitas internas laminarán “mucho” a la formación, ante un escaso 14,5% que confía en que apenas incida sobre el partido conservador. En cambio, siete de cada diez votantes de Vox creen que el daño será muy grande.