Como una reliquia socialista, en los anales de los procesos electorales se guarda una anécdota protagonizada por el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el periodista Iñaki Gabilondo. Tras una entrevista en Cuatro, el candidato a la reelección por el PSOE, ajeno al hecho de que los micrófonos recogían sus palabras, contestaba a la pregunta del periodista vasco sobre que indicaban los sondeos en poder del PSOE: “Bien, sin problemas, lo que pasa es que nos conviene que haya tensión”. Poco después de esa entrevista, los resultados de las elecciones generales dieron como vencedor al Partido Socialista Obrero Español, que obtuvo 169 escaños al Congreso de los Diputados, 5 más que en 2004, y permitieron un nuevo gobierno a Zapatero.

Combate contra el desánimo y la abulia política

Y es que, en realidad, uno de los peligros mayores que gravitan sobre los partidos ante una convocatoria electoral, es el bajo pulso de su militancia y de la propia organización. La sociedad y electorado lo perciben claramente y ello tiene sus consecuencias negativas en las urnas.
Se podría pensar que tras la derrota socialista en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, en las filas socialistas iba a cundir el desánimo y la abulia política. Todo parece indicar que si hubiera esa distensión o falta de nervio, intervenciones como las del propio Rodríguez Zapatero, inmersas de ánimo y optimismo, y la propia ronda intensiva de entrevistas del presidente y candidato Pedro Sánchez, aun con los medios adversos, persiguen romper ese hipotético escenario desmotivado.

Otras provincias también se están “moviendo”

A este carro de empuje movilizador, tanto de los militantes como del electorado menos activado, se comienzan a unir veteranos socialistas y ex altos cargos del socialismo andaluz. De momento, y aunque parece que otras provincias se están “moviendo” en el mimo sentido, se ha comenzado por la federación malagueña. Importantes exdirigentes y ex altos cargos del PSOE de la provincia, referentes claros del pasado victorioso del partido, han suscrito y hecho público un manifiesto en el que expresan su claro respaldo al presidente de Gobierno y candidato a la reelección, Pedro Sánchez.

Este abanico amplio de veteranos del PSOE de Málaga manifiesta, en su documento hecho público, “el total apoyo” a Pedro Sánchez, ante “las insinuaciones”" de que “el actual gobierno progresista no goza del apoyo y solidaridad de sus más veteranos militantes”.

“Nos sentimos representados por Pedro Sánchez”

En el documento, los firmantes, todos afiliados al PSOE de Málaga desde los años 70 y 80 y con cargos representativos en diversas instituciones del Estado a lo largo de la militancia, han manifestado públicamente que “nos sentimos representados por Pedro Sánchez, nuestro secretario general, y al que sin reserva alguna, damos nuestro total apoyo en la próxima confrontación electoral”.

Falsa imagen sobre la militancia más veterana

Asimismo, animan a los compañeros de otras agrupaciones provinciales a que, “viviendo las mismas o parecidas circunstancias de militancia y representatividad que nosotros, y que animados por nuestras mismas convicciones, se decidan a hacerlas públicas, para de esa manera romper con la falsa imagen que tratan de algunos de generalizar, de que la militancia más veterana no apoya a este gobierno ni a su presidente”.

Entre los firmantes están Carlos Sanjuán, Rafael Ballesteros, Enrique Linde, José Asenjo, Chiqui Gutiérrez, Hilario López Luna, Ruiz Povedano, Marisa Bustinduy, Juan Fraile, Salvador Pendón, Rafael Centeno, Lola Sánchez, Luciano Alonso, José Luis Marcos, Rosa Torres y Tomás Azorín. También se encuentran las rúbricas de Enrique Martínez, Pilar Oriente, Curro Flores, Juan Carlos Lomeña, Diego Martín Reyes, Manuel Galant, Francisco López, Pilar Guerrero, Fernando Arcas, Juan Gámez, Luis Reina, Juan Alberto Aguayo y José Barranquero, entre otros.

Enmienda a la totalidad a las tesis de Alfonso Guerra

Curiosamente, entre los firmantes se hallan los más conspicuos “guerristas” de entonces, desde el ex secretario regional del PSOE-A. Carlos Sanjuán a otros miembros de su antigua guardia de corps como Enrique Linde, Rafael Ballesteros, José Asenjo, Luciano Alonso, o Tomás Azorín. Paradójico y significativo sobre la soledad política del exvicepresidente, ya que este manifiesto de los veteranos socialistas, supone, en la práctica, una auténtica enmienda a la totalidad a las tesis antisanchistas mantenidas actualmente por Alfonso Guerra, cuya voz, por potente que sea, parece que clamaría en el desierto, solo apoyado por personajes como el exministro Corcuera o Joaquín Leguina, en platós y medios de la derecha extrema.