La democracia norteamericana es la más antigua del mundo. Estados Unidos es la primera nación en la historia que nace directamente con un gobierno democrático al independizarse de la colonia británica. Y su reglamento, su articulado no ha parado de desarrollarse con los años. Allí cambiar la Constitución no es un drama porque su mentalidad es pragmática: se trata de tener un conjunto de leyes superiores incuestionables para todos los Estados que forman la Unión. En Estados Unidos el presidente tiene todo el poder, pero las leyes norteamericanas establecen controles, límites y contrapesos.

El 'Impeachment'
Y uno de ellos es el 'Impeachment' el peor proceso, el más humillante al que puede ser sometido unpresidente de los Estados Unidos de América. Hasta el punto de que solo uno fue sometido al proceso y lo perdió: el republicano Nixon por el escándalo de las escuchas al partido Demócrata en el famoso proceso 'Watergate'. Con Clinton los republicanos lo intentaron, bajo su mandato la economía norteamericana iba como un tiro y es uno de los presidentes que más carisma y respeto ha tenido en las últimas décadas. Los republicanos sabían que tenían que acabar con su reputación para volver a la Casa Blanca, y el escándalo de la becaria Lewinsky llevó a que el ala dura republicana presentara un Impeachment que no prosperó. Clinton se libró de pasar por esa humillación y siguió de presidente pero no evitó el escándalo mediático y Lewynski se convirtió en la becaria más famosa del planeta.

En España, moción de censura o reprobación
En España no existe una figura exactamente igual al Impeachmet, que obliga a un presidente a someterse a la investigación del Congreso y responder a todo tipo de preguntas de los congresistas por impertinentes, personales o duras que parezcan. Con mayoría absoluta es imposible que una moción de censura prospere. Sin embargo, sí serviría para obligar a Rajoy a comparecer ante el Congreso para hablar del escándalo Bárcenas.

Acusación por traición y contra la seguridad del Estado
El artículo 102 de la Constitución española establece que "la responsabilidad criminal del presidente y los demás miembros del Gobierno será exigible, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo". Esto en lo que a cualquier tipo de delito que pudiera cometer un miembro del Gobierno y el presidente.

En segundo lugar se refiere a los que puede ser un 'Impeachment'  en versión española: "Si la acusación fuere por traición o por cualquier delito contra la seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones, solo podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congreso, y con la aprobación de la mayoría absoluta del mismo". Y en tercer lugar estipula que "la prerrogativa real de gracia (el indulto del Rey) no será aplicable a ninguno de los supuestos del presente artículo". Es decir, con la cuarta parte de los diputados pidiendo la dimisión del presidente por los delitos más graves que pudiera cometer en función de actividad política (nada más y nada menos que traición y delito contra la seguridad del Estado), aun se necesitaría que se aprobara con mayoría absoluta.