No es nuevo que la derecha se apropie de todo lo que puede. Se beneficia de las amnistías fiscales, de los recortes en inversiones para garantizar los derechos de la ciudadanía. Se beneficia de las desigualdades porque le hacen más fuerte y se apropia del discurso de la izquierda para intentar tener algo con lo que disimular sus verdaderas intenciones.

Dolores Cospedal hablaba el pasado fin de semana del ejercicio de la política con los referentes éticos de honestidad, honradez, conducta ejemplar y buena gestión. Nada que pueda reprochársele en el contenido de estas afirmaciones..., si no fuera por que es ella quien las dice.

...elimina servicios sociales básicos mientras se compra un Cigarral..."
Lo dice la dirigente de un partido cuyo tesorero, Luis Bárcenas, acaba de ser puesto en prisión preventiva bajo sospecha de haber cometido, presuntamente, delitos de corrupción. Lo dice quien elimina los servicios sociales básicos en la comunidad autónoma que preside (Castilla La Mancha) mientras se compra un Cigarral que cuesta una millonada. Sin despeinarse nos habla de honradez y conducta ejemplar: hasta sus propios compañeros de partido en la región castellano manchega le plantaron cara ante el cierre de servicios sanitarios en zonas rurales.

Nos habla de conducta ejemplar quien promueve la eliminación de representantes de la ciudadanía en las Cortes Regionales y quien ha eliminado la retribución de los diputados autonómicos. La misma que ha cobrado sueldos en paralelo sabiendo que hay miles de familias que dependen de su “gestión” para poder llegar a fin de mes.

Habla de dar ejemplo con buena gestión quien celebra sus reuniones sirviendo lujosa agua embotellada (por poner un ejemplo bastante gráfico) en la Junta de Castilla La Mancha. Agua que ningún ciudadano normal y corriente podría beber por no poder pagarla.

No es de extrañar que no les cause rubor decir cosas como ésta. Prometer en un programa electoral no hacer cada una de las cosas que ahora están haciendo es la evidencia del valor de su palabra.

"...ellos en 2009 sacaron un comunicado para defender a Luis Bárcenas"
Fueron ellos mismos quienes en 2009 sacaron un comunicado para defender a Luis Bárcenas hablando de su magnífica labor en el Partido Popular, de su lealtad y honradez, de su buen hacer durante 28 años. Acusaron, como siempre, al Partido Socialista de estar manipulando y mintiendo sobre el caso Gürtel, pues en aquél momento estaba en el Gobierno. Ahora que Bárcenas duerme entre rejas me pregunto si pueden seguir diciendo que el Ministro de Interior manipula y trata de fundar sospechas, o si“la culpa de todo la tiene Zapatero”. Me parece a mi que cada vez “cuela” menos.

Prudencia manda y tendremos que esperar a que se dicte sentencia. Confiamos en la justicia, a pesar de haber demostrado en muchos casos que no le vendría nada mal una reforma para garantizar su total y absoluta independencia y recuperar el acceso de la ciudadanía independientemente de la capacidad adquisitiva que se tenga. Porque efectivamente, una vez más, eso de hablar de buena gestión y de ser honestos queda lejos de quien decide imponer unas tasas astronómicas para poder ejercer nuestro derecho como ciudadanos ante la justicia.

En definitiva las palabras suenan bien pero no hay nada como los hechos para demostrar que, efectivamente, no hay trampa ni cartón.

Ejemplar no es un ex presidente de Gobierno que hace declaraciones como aquélla de “¿quién te ha dicho a ti que conduzcas por mi?” burlándose de la campaña de seguridad vial lanzada por la Dirección General de Tráfico. Lo de las copas de vino de Aznar ya fue la guinda del pastel.

"... se les olvida rápido que entramos en una guerra por la existencia de "armas de destrucción masiva"...
¿Hablan ustedes de dar ejemplo, señores y señoras del Partido Popular?

De honestidad también alardean. Se les olvida rápido que entramos en una guerra –rechazada por la ciudadanía- por la convicción del ex presidente de la existencia de “armas de destrucción masiva”. Luego, demostrada su inexistencia, solamente faltó silbar para mirar hacia otro lado y tratar otra vez de acusar al Partido Socialista de las consecuencias fatales que trajo consigo aquélla guerra para los españoles y españolas.

No hace falta remontarse tanto tiempo para mirar al presidente actual: que no sabe y no contesta. Que por no hacer, no acude a las ruedas de prensa. Que prefiere esfumarse y contradecirse en cada decisión que su Gobierno asume. Porque para saltarse las leyes a “la torera” se inventaron amnistías y licencias a Eurovegas, facturas de miles de euros a cambio de nada, cientos de miles de euros en confeti y coches lujosos en el garaje…  ¿Serían estas las conductas ejemplares de las que hablaba Cospedal?

Conducta ejemplar encuentro en políticos que promueven la transparencia y la coherencia de unos valores en hechos concretos. Luchar contra los privilegios, defender la transparencia promoviendo la publicación de las nóminas y bienes de nuestros representantes públicos (como acaba de hacer mi compañero socialista el diputado Odón Elorza), denunciando las injusticias y tropelías que se cometen cada día (como hacen mis compañeras y compañeros de Juventudes Socialistas).  Así lo hacen muchos, con honradez, honestidad, conducta ejemplar y con buena gestión en cada oportunidad: llamando a las cosas por su nombre, con valentía, con firmeza y sin medias tintas. Defienden el compromiso y se comprometen. Sin tacha en sus espaldas y con la honradez por montera. Si hubiera más, en todos los partidos, saldríamos ganando toda la ciudadanía.

"... el bienestar de la mayoría debería ser una cuestión de Estado"
Animaba también la dirigente popular a que la izquierda luche y defienda la justicia social. Claro está: tanto ella como el partido al que representa se están encargando de darnos buena tarea. La cuestión principal es que mientras dicen una cosa y hacen otra, y desde la izquierda nos esforzamos en tratar de frenar las consecuencias devastadoras de sus decisiones, la ciudadanía se queda sin posibilidades para estudiar, sin casa donde vivir, sin subsidio, sin sanidad, sin ilusión y sin esperanza. Y por mucho que luche la izquierda para defender contra viento y marea la igualdad de oportunidades, la libertad de los individuos, la sanidad y la educación pública, el bienestar de la mayoría debería ser una cuestión de Estado.

Exactamente igual que la honradez, la honestidad, la conducta ejemplar y la buena gestión. Parece que con las rebajas las mentiras también están de oferta y ahora estamos en plena campaña desde el Gobierno popular: “Compre tres mentiras y le regalamos las cincuenta siguientes. Si no le gusta, y no es un banco privado, no espere que le devolvamos su dinero.”