Algunos expertos señalan que Europa se enfrenta a la "epidemia" de gripe aviar más devastadora de su historia. Todo comenzó en octubre de 2022, en una granja peletera de Carral, a escasos kilómetros de A Coruña, cuando empezaron a morir visones americanos con neumonía hemorrágica. Un brote que superó el 4% en tan solo una semana y que, en cosa de un año, se han sacrificado más de 50 millones de aves de corral. Sin embargo, a pesar de estos gélidos datos, desde el Ministerio de Sanidad han rebajado el soufflé, al menos desde el apartado que afecta a los humanos. El Ejecutivo descarta encender las alarmas por una posible expansión del virus e incluso explican que desde aquel mes, tan solo se han registrado dos casos en humanos en España. “No hay novedades”, confirman desde el departamento que capitanea, por el momento, Carolina Darias.

La gripe aviar A(H5N1) es una infección “con una elevada letalidad en las aves” y que, a su vez, comporta sustanciales “repercusiones económicas en la ganadería avícola”. La transmisión de las aves al ser humano, según destacan en Sanidad, “es un fenómeno poco frecuente”, como también lo es, e incluso en un mayor grado, la transmisión entre personas. “Es extremadamente infrecuente”, desarrollan en un informe elaborado por el Ministerio tras los dos presuntos contagios registrados en el pasado mes de octubre. Dos únicos casos a “nivel mundial”, precisan en el texto.

De hecho, en este mismo escrito al que ha tenido acceso ElPlural.com, relataban que estos dos sujetos presentaban, respectivamente, un cuadro asintomático de gripe aviar y otro con sintomatología “muy leve”. En su momento, las autoridades sanitarias no descartaban que se pudiera tratar de una mera “contaminación de la mucosa nasal o faríngea”, aunque ciñéndose al protocolo, se tomaron las medidas de salud pública oportunas para evitar la transmisión a otras personas.

“Desde entonces, no hay novedades”, insisten las fuentes consultadas por ElPlural.com, mientras descartan más evidencias de contagios. Asimismo, precisan que los trabajadores de las granjas avícolas se someten a “escrupulosos controles” para evitar la transmisión en caso de haber contraído la enfermedad. “Desde enero de 2022 se realizaron controles a los trabajadores de 22 explotaciones: 177 pruebas realizadas a 253 trabajadores expuestos, resultando todas ellas negativas”, exponen.

Asimismo, en la temporada que circunscribe al informe, se detectaron unos 85 focos en aves silvestres y 36 en explotaciones avícolas.  Asimismo, el riesgo de que se detecten nuevos casos se considera “bajo” para los trabajadores con “exposición ocupacional” en las explotaciones afectadas. “A pesar de que los casos pueden llegar a ser graves, la baja capacidad para transmitirse entre personas hace que el riesgo se considere muy bajo para la población general”, argumentan en el informe de Sanidad, donde también subrayan del “insignificante riesgo” que comporta el consumo de carne de ave o huevos.

Cierre de las granjas de visones

Las granjas de visones se han colado en más de una ocasión en el foco de la polémica. En plena pandemia, muchos países cerraron todas las explotaciones de este mustélido y criados para la peletería y artículos de moda. Ahora, con la presunta amenaza de la gripe aviar, los virólogos vuelven a situar el eje del problema en estas granjas que suponen, a su juicio, una “bomba biológica” por el riesgo que comporta para la salud y, por ende, para la Naturaleza.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza Inc (WWF), la cría del visón se ha prohibido en estados como Reino Unido, Croacia, Suiza y Países Bajos, pero también en otros lejos del territorio Schengen, como Japón. No obstante, en España permanecen operativas más de una veintena de explotaciones, lo que supone el asentamiento de “muchas empresas peleteras extranjeras en nuestro país”. De hecho, alertan de hay planes de expansión.