El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su larga comparecencia en el Congreso para pedir a los demás grupos políticos un apoyo “formal” a la prórroga de medidas contra las consecuencias de la guerra. Sánchez, que este miércoles comparece en el Congreso, ante de las sesión de control al Gobierno, para explicar el cambio de postura de España sobre Marruecos y el último Consejo Europeo, ha apelado a la oposición para que “esté a la altura” y tenga “sentido de Estado” para que medidas como el descuento en los combustibles, las rebajas en la luz y la congelación de las subidas del alquiler duren más allá del verano.

"Espero sinceramente que en esta ocasión la oposición sepa estar a la altura y podamos seguir protegiendo a las empresas y a las familias frente a la subida de los precios" derivada de la guerra en Ucrania y la invasión rusa, ha señalado Sánchez.

“Solicito formalmente el apoyo a todos los grupos de la cámara. Sinceramente, espero que, esta vez, la oposición sepa estar a la altura”, ha pedido el presidente del Gobierno desde la tribuna. Las medidas del plan contra la crisis derivada de la guerra de Ucrania tocan a su fin el próximo 30 de junio, “pero las consecuencias de la guerra siguen ahí”, señalan fuentes del Ejecutivo, con especial foco en “la subida de los precios”.

Excepción ibérica

El Gobierno ha tratado de poner en valor el papel de España para solucionar la crisis de desabastecimiento de gas en Europa. “Con un mayor despliegue de renovables que la media europea y menos dependencia de Rusia”, señalan desde el Ejecutivo, España pueda contribuir a “la diversificación de la Unión Europea con las infraestructuras y las interconexiones adecuadas”.

Buena parte de la intervención de Sánchez ha pivotado sobre el precio de la energía y la “excepción ibérica” que permitirá topar el precio del gas y su influencia en el conjunto de la factura energética. Pese al retraso derivado de las reticencias en Portugal, el Gobierno ha puesto el foco en “el liderazgo dentro de la UE” en lo que se refiere al debate energético y Sánchez ha presumido de que “las propuestas españolas” se abren camino en Bruselas.

Desde Moncloa señalan que el mecanismo de la excepción ibérica “es inminente y supondrá una rebaja de entre el 15% y el 20% de los precios de la electricidad que pagan familias y empresas”. Parte del retraso en la aprobación deriva de la falta de desarrollo legal por parte de Portugal: el decreto ley de España contaba con 60 páginas, mientras que el portugués solo tenía 6. Lo que en un principio pareció un exceso de papeleo burocrático español ha supuesto que Bruselas le haya pedido al Gobierno portugués que realice el desarrollo normativo de la medida -lo que sí tenía el extenso decreto ley español-, lo que Antonio Costa ha reclamado ahora a la Entidad Reguladora Dos Serviços Energéticos, el equivalente a la CNMC española, según informa este miércoles Cinco Días.

Relación con Marruecos

Marruecos ha centrado también la intervención de Sánchez, que ha asegurado que la declaración conjunta de ambos países es un “sistema de garantías” sobre la integridad territorial y una defensa contra la instrumentalización de la inmigración como “arma de presión” contra España. Sobre el Sáhara Occidental, el presidente del Gobierno ha asegurado que la solución de Marruecos tendrá que ser “aceptada por ambas partes” y “satisfacer las condiciones que marca la Carta de Naciones Unidas y sus resoluciones”.

Sánchez ha admitido que esta nueva etapa de reconciliación y armonía no hubiera sido posible si el Gobierno de España no se hubiera plegado al plan marroquí para el Sáhara Occidental: “Creemos que es la mejor fórmula para resolver el diálogo. La propuesta es una base seria, creíble y realista. Respetamos que otros puedan pensar de otra manera, pero nos estaríamos engañando. Hay que desencallar un conflicto de dura ya demasiado tiempo”.