La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha dejado entrever que la entrada en vigor de la excepción ibérica al precio del gas podría retrasarse una semana. Ribera ha confirmado este lunes cierta dificultad para aprobar esta semana las medidas que limiten el precio del gas en cuanto a la generación eléctrica, ya que los detalles de la medida todavía necesitan el visto bueno de la Comisión Europea.

A pesar del retraso, una semana más de lo previsto, la ministra ha avanzado convencida de que “sin duda” podrá adoptarse la próxima semana. Así lo ha declarado a su entrada en el Consejo extraordinario de ministros de la Energía de la Unión Europea en Bruselas, que esperan tener una propuesta definitiva “cuanto antes”. Asimismo, espera poder presentar esta propuesta en el Consejo de Ministros del próximo martes, es decir, el 10 de mayo, frente a la intención inicial de ratificar la norma este 3 de mayo.

La excepción ibérica al precio del gas ha sido lograda por España y Portugal, tras reunirse con la Comisión Europea, y pasa por topar el precio del gas en un precio medio de 50 euros por megavatio hora, por encima de los 30 euros/MWh que pedían los países de la Península Ibérica. El acuerdo ha sido alcanzado por ambos países con Bruselas pero aún falta completar el procedimiento con el respaldo de la Comisión.

"Estamos ultimando detalles, no es fácil que nos dé tiempo a hacerlo mañana, porque además hoy es festivo en Madrid, pero estamos acabando de pulir los detalles de la propuesta definitiva", aseguraba Ribera a la entrada del Consejo extraordinario de ministros de la Energía de la UE. El acuerdo para topar el precio del gas estará vigente durante un año, según lo pactado con Bruselas.

Ribera ha participado en esta reunión comunitaria con el foco en aprobar una respuesta conjunta tras la decisión de Rusia de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria. Ante esto, la ministra ha lanzado mensajes de “unidad” y “solidaridad” por parte de Europa y ha puesto en relieve el papel realizado con la Comisión Europea, Alemania y los Estados miembros más vulnerables para reducir la dependencia del suministro energético ruso.