“Creíamos que la política española se ventilaba con el aire fresco del acuerdo, pero desgraciadamente no ha sido así”. De esta manera arrancaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una comparecencia que no estaba prevista en la escalinata de La Moncloa. Una metáfora que cuadraba con su presencia al aire libre, porque, por primera vez en meses, los medios de comunicación volvían a la sede del Gobierno, convocados para escuchar una rueda de prensa centrada en presionar al Partido Popular tras la ruptura de las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial y otros órganos constitucionales como el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas. Aunque no ha faltado la presencia de Juan Carlos I, tras haber regularizado ante Hacienda 4 millones de euros, que ha servido a Sánchez para reiterar su “rechazo” ante las “conductas incívicas” del emérito.

La comparecencia de Sánchez estaba amparada por el Consejo Europeo al que ha asistido desde La Moncloa por videoconferencia, aunque no estaba prevista en la agenda del día. De ahí que la citación exprés de los medios para acudir en persona a su residencia ya dejaba entrever que el contenido iba más allá de los acuerdos continentales.

Aunque fuera de la habitual sala de prensa, por las restricciones sanitarias que han impedido hasta ahora la presencia de periodistas, Sánchez se ha valido de todo el peso de la imagen institucional para trasladar sobre el Partido Popular la carga de culpa de que haya saltado por los aires el acuerdo para renovar los órganos constitucionales que llevan dos años con el mandato caducado. En especial, el gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial, después de que esta semana se desbloquease la formación del Consejo de RTVE, aunque también quedan pendientes otras figuras de consenso como la del Defensor del Pueblo, la presidencia del Tribunal Constitucional, los miembros del Tribunal de Cuentas o los de la Agencia Española de Protección de Datos.

El "currículum acreditado" de los jueces vetados por el PP

El presidente del Gobierno ha puesto la lupa en los “vetos” impuestos por el Partido Popular, al que ha reclamado “audacia y valor para los acuerdos”, que son “la única victoria duradera en democracia”. Sánchez ha insistido en que no sólo él, sino también la ciudadanía, “no entiende” el bloqueo, más ahora que ya no hay ningún “horizonte electoral”. “Tras avanzar en un día no se entendería retroceder dos años”, ha insistido el presidente, para quien el PP “pacta los días pares y bloquea los días impares”.

Se refería así al acuerdo por RTVE, que se ha desbloqueado esta semana y cuyo acuerdo se ha independizado del resto de órganos pendientes de renovación, aunque es el CGPJ donde, según informaba anoche La Moncloa, se han encontrado los “escollos” que impiden el pacto. Según Sánchez, “todas las partes cedimos en nuestras pretensiones, sin vetos”; algo que no ha ocurrido con la renovación judicial. 

El presidente del Gobierno ha rechazado poner nombre a esos “escollos” y ha dicho que “habrá que preguntárselo al PP”. De hecho, el partido de Pablo Casado apunta a que se ha vuelto a proponer los nombramientos de José Ricardo de Prada (firmante de la primera sentencia Gúrtel) y de la magistrada Victoria Rosell (exdiputada de Unidas Podemos y actual delegada del Gobierno para la Violencia de Género), cuando se había pactado la propuesta de nombres de bajo perfil político. Preguntado por estos dos nombres y por si estaría dispuesto a renunciar a ellos, Sánchez sí ha defendido que se trata de “personas que tienen un currículum acreditado y que han hecho su trabajo como jueces”.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ofrece una rueda de prensa en Moncloa tras participar en la reunión del Consejo Europeo Extraordinario sobre el Coronavirus, en Madrid (España),
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ofrece una rueda de prensa en Moncloa tras participar en la reunión del Consejo Europeo Extraordinario sobre el Coronavirus, en Madrid (España).

"Rechazo" de Sánchez a Juan Carlos I

Al margen de la renovación del Poder Judicial con la que Sánchez ha arrancado su comparecencia, el elefante en la habitación, o en el jardín en este caso, era la figura del rey emérito, tras conocerse en la noche del jueves que Juan Carlos I había realizado una segunda regularización de dinero ocultado a Hacienda, aunque esta vez la cifra se elevaba hasta los 4,3 millones de euros. Las preguntas de los periodistas al respecto han valido al presidente del Gobierno para subir el tono y, además de recordar la “perturbación e incomodidad” que ya manifestó hace unos meses, añadir el “rechazo frente a estas conductas incívicas”. Un “sentir” que dice compartir con “la mayoría de la ciudadanía”. 

Un repudio público que se produce solo tres días después de la conmemoración del 40º aniversario del intento golpista del 23F, donde Felipe VI puso a su padre en valor por su actuación en aquellos hechos. El actual monarca también ha estado en boca de Sánchez, quien por cada crítica a Juan Carlos I ha reiterado con “rotundidad” su apoyo al actual jefe de Estado, del que ha alabado su “ejemplaridad y transparencia en el uso de los dineros públicos”. Valores que según el presidente del Gobierno han “marcado un antes y un después” en la Casa Real para que Zarzuela “cumpla con los estándares de una monarquía en una democracia”. Sobre si Moncloa espera que Juan Carlos I siga fuera del país o no, se ha limitado a señalar que es “una decisión personal” sin especificar si del ámbito de Felipe VI o de su padre.

Dentro de la polémica sobre Juan Carlos I, Sánchez también ha querido resaltar su apoyo a la Agencia Tributaria, acusada de trato de favor por no haber abierto una investigación contra el rey emérito a pesar de las informaciones continuas sobre sus presuntas actividades irregulares. La falta de requerimientos previos a Juan Carlos I sería lo que había permitido al monarca regularizar sus fondos opacos sin riesgo a ser castigado luego por ello. Preguntado hasta en dos ocasiones, el presidente no ha confirmado ni desmentido ese supuesto trato de favor al rey emérito y ha señalado que “no hay que cuestionar la independencia y autonomía de la Agencia Tributaria de nuestro país”.

Apoyo al Gobierno de coalición

Puestos a repartir apoyos, no ha podido faltar el respaldo de rigor a la coalición de Gobierno con Unidas Podemos, al señalar que está “muy satisfecho con todos los miembros” del gabinete. Más aún, ha subrayado su intención de tener “cuatro años de Gobierno” para recuperar el país tras la pandemia y ha subrayado los tres pilares de la coalición y sus respectivos logros: la sanidad, con la aprobación de los fondos COVID; el empleo, a través de la figura de los ERTES; y la protección social, basada en el Ingreso Mínimo Vital y los presupuestos “más sociales” de los últimos años.

Al respecto de la reunión del Consejo Europeo, que ha servido de excusa para la comparecencia, Sánchez ha señalado varios acuerdos. El primero, el de continuar con la restricción “de los viajes no esenciales” dentro de la Unión Europea, pero siempre buscando “un equilibrio”. También el de trabajar en una mayor producción de vacunas contra el coronavirus, así como exigir que los famosos pasaportes de vacunación tengan unos mínimos datos comunes establecidos de “mutuo acuerdo” entre todos los países, para que no haya competencias desleales entre miembros, algo a lo que ha dado importancia para que España pueda “recuperar cuanto antes el turismo sin aumentar el riesgo sanitario”.