La última semana ha tenido lugar en nuestro país la sucesión de seis envíos de cartas explosivas dirigidas a personas, instituciones y compañías españolas que se encuentran relacionadas con la guerra de Rusia en Ucrania, concretamente con las que se han posicionado en contra de la actitud que ha tomado Moscú en el conflicto.

La última misiva de este tipo ha sido interceptada en la Embajada de Estados Unidos en Madrid, a las 12.30 horas de este jueves. Según ha informado el Ministerio del Interior, el sexto paquete contenía material pirotécnico de "características similares" a los neutralizados en la última semana.

· Actualizado a 25 de enero de 2023: Detenido el presunto autor de los envíos de los sobres bomba

Rasgos comunes de las cartas con explosivos

Tal y como ha confirmado este jueves el secretario de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, Rafael Pérez, se está en la fase preliminar de la investigación, por lo que es necesaria la prudencia a la hora de señalar a posibles autores o a las conexiones entre paquetes. Pero lo cierto es que todos contaban con rasgos comunes.

En su exterior, los sobres presentan un aspecto de color marrón y una caligrafía que, a priori, coincide, algo que se puede comprobar gracias a que la dirección está escrita a bolígrafo y en mayúscula. Por su parte, como remitente han ido figurando distintas direcciones de e-mail que no existen. El grosor de las misivas es de un centímetro, el ancho de 10 cm y el largo de 15 cm, tal y como ha señalado esta semana la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, durante una entrevista en la Cadena Ser.

En su interior, según las fuentes de la investigación que centra esta semana la mirada pública, los sobres contenían pequeños trozos metálicos y pólvora comercial, la misma que se utiliza en la pirotecnia. Los primeros detalles apuntan a que los envíos se llevaron a cabo desde España y que en el interior hay un artefacto casero que provoca una "deflagración con llama súbita”.

El puzle de los paquetes bomba

Se empieza a arrojar cierta luz proveniente de la investigación sobre estas cartas con material pirotécnico que han tenido entre sus destinatarios al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Durante la jornada de este jueves, se ha conocido que la primera carta enviada fue precisamente la dirigida al líder del Ejecutivo y que fue localizada el pasado 24 de noviembre en el Palacio de la Moncloa. El material fue deflagrado por el servicio de seguridad de Presidencia.

Justo una semana después, el miércoles 30 de noviembre, llegó otra misiva con material pirotécnico dentro de una caja que deflagró, hiriendo a un empleado de la Embajada de Ucrania en Madrid. El destinatario del sobre explosivo iba dirigido al embajador, Sergei Pohoreltsev. Esa misma noche se confirmó la recepción de otra carta dirigida al director de la empresa Instalaza, localizada en Zaragoza, que envía material de defensa a Ucrania.

Durante la mañana de este jueves se detectaba otro paquete en la base aérea de Torrejón, destinada al director del Centro de Satélites de la Unión Europea. Este sobre tiene un cariz especialmente relevante porque no se ha detonado de forma controlada por los TEDAX, lo cual puede llegar a ser crucial en la investigación. El quinto sobre confirmado fue el dirigido al Ministerio de Defensa, concretamente a la atención de la ministra, Margarita Robles. La ministra de Defensa ha sido clara al respecto pues se ha encargado de asegurar que las cartas bombas no van a cambiar la actitud de España en el conflicto. Con la sexta destinada a la Embajada de Estados Unidos hacen las seis piezas de este puzle de peligrosos paquetes.