Este viernes, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid fue testigo de cómo el concejal y portavoz de Vox Javier Ortega Smith agredía al concejal de Más Madrid Eduardo Rubiño, pegando un carpetazo a una botella que salió directamente hacia el parlamentario progresista y pronunciando unas palabras en tono muy hostil. Una actitud tan violenta no puede tolerarse en una sede democrática y, por ello, Más Madrid y el PSOE, junto con el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, pidieron la dimisión inmediata de Ortega Smith tras su comportamiento. A su vez, el PSOE nacional también ha abogado por que Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular rompan de inmediato sus lazos con la ultraderecha tras la reciente deriva agresiva y violenta del partido.

En este sentido se prounciaba el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, a través de su cuenta de X (antes Twitter). "Lo sucedido hoy en el Ayuntamiento de Madrid es un hecho violento más, un suma y sigue en la deriva del odio de la ultraderecha. Ni es ético, ni democrático. Exigimos al señor Feijóo que se replantee de inmediato sus pactos y sus Gobiernos con Vox", firmaba el político socialista.

 

De Barrera a Ortega Smith

El episodio protagonizado por Ortega Smith no ha sido el único momento de agitación violenta de un político de Vox en el tiempo reciente. Sin ir más lejos, este martes, el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, famoso por torear antes de dar el salto al ruedo de la política, se encaró con un diputado del PSPV durante el debate de Presupuestos. Dentro del hemiciclo, el vicepresidente se enfrentó al parlamentario José Chulvi y le dio unas palmadas en el pecho después de que el socialista se refiriera en varias ocasiones al líder de Vox como "censor".

En ese sentido, el diputado del PSPV y portavoz adjunto de la formación socialista le entregó a Barrera un "diploma de gran censor" al finalizar el debate, en referencia a las políticas culturales que se están poniendo en marcha desde su cartera. "Chulvi le ha faltado al respeto y el vicepresidente se ha sentido ofendido", argumentaron desde el entorno de Barrera, considerando justificable su comportamiento.

Ferraz tampoco se libra

Aunque los episodios en las instituciones hayan ocurrido durante esta semana, conviene no olvidarse del mes de noviembre en la calle Ferraz, cuando miles de manifestantes de ultraderecha, alentados precisamente por políticos de Vox, asediaban la sede del PSOE en Madrid.

Uno de los episodios que más llamó la atención de estas protestas y que mejor representó su carácter violento, fue cuando los manifestantes de ultraderecha quemaron fotografías de Jorge Javier Vázquez en plena calle. Con la amnistía a los procesados por el referéndum independentista catalán como excusa, los más radicales vieron conveniente incendiar imágenes del presentador de Telecinco mientras gritaban su mantra "prensa española manipuladora".

Unas protestas contra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que derivaron en un nuevo movimiento social: Noviembre Nacional. "Las protestas en España de 2023 (a veces denominadas como Noviembre Nacional en redes sociales) son un cúmulo de protestas que comenzaron a finales de octubre de ese año, a raíz de la negociación del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con el presidente del Consejo por la República y exlíder formal de Junts, Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española hasta ese momento por la imputación en delitos de sedición y malversación", puede leerse en internet respecto a la descripción de este movimiento.