“El particular del que usted me habla” y que suma delitos fiscales con el avance de la investigación comparte casa con Isabel Díaz Ayuso y disfruta de agradables conversaciones con la mano derecha de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Alfonso Serrano. Regados por un refrigerio, el secretario general del Partido Popular de Madrid y Alberto González Amador fueron pillados en un momento íntimo al que rápidamente ha querido quitar peso el político. Ayuso intenta apartar el foco, inultamente, con declaraciones igual de disparatadas que preparadas y Alberto Núñez Feijóo no sabe dónde meterse.

A la ecuación hay que sumar al siempre presente Miguel Ángel Rodríguez (MAR), jefe de gabinete de la baronesa madrileña, del que no se olvidan los socialistas. “La clase política es la peor de los últimos 45 años”, ha lamentado el presidente del PP, incluyendo en esta afirmación a su propio partido. El PSOE coincide con el líder de la oposición y ejemplifica el análisis del gallego con las declaraciones diarias de Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Serrano y las actuaciones mandatadas al jefe de gabinete. “Dan la razón al señor Feijóo”, aseguran fuentes de Ferraz.

El descubrimiento de la líder madrileña a los 22 años de que en Ecuador se habla en español o sus llamados a establecer un día del hombre y no blindar el aborto no son descuidos desgraciados. Nada más lejos de la realidad. MAR, perro viejo en la materia, ha hecho lo propio con el estallido del escándalo del novio de la presidenta, buscando desviar las miradas de su pupila convirtiéndose en un parapeto con capacidad de ataque. Serrano y sus coca-colas han puesto la guinda a una semana de dulce para el populismo reaccionario.

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Para el PSOE, los tres jinetes tienen en común una cosa que los convierte en un equipo complicado de frenar: “pillados en clamorosas faltas de ética política y moral, esparcen el barro con magistral profesionalidad”. Ferraz va más allá y apunta a que “no en vano, la gestión de la Comunidad de Madrid solo destaca en la privatización de los servicios públicos y toda la presencia pública de la región la ocupan las andanzas de este particular trío”.

La estrategia utilizada por grandes mandatarios de la extrema derecha, buscando opacar informaciones contrarias con barbaridades, cuenta con un asiento reservado en la Puerta del Sol. “Estamos ante la mayor expresión del trumpismo que podamos encontrar hoy en Europa, en clara pugna con otros nombres propios de la ultraderecha del continente”, denuncian los socialistas. A todo esto, Feijóo se muestra compungido, incluso preocupado por la deriva política. Mientras, su mano derecha, Miguel Tellado, se pasea platós de televisión vertiendo insultos que salpican hasta a los periodistas.

“El señor Feijóo permanece silente ante lo que ocurre unas calles más allá de su despacho reformado con dinero negro”, apuntan los socialistas, que no cejan en su cruzada para tumbar a la mandataria madrileña y sus dos porteadores. “Los tres deben irse por mentir y no dar ni una sola explicación por amenazar a periodistas y por hacer unas declaraciones vomitivas y amorales”, trasladan. La petición lanza al presidente del PP es clara: “si quiere hacer algo para mejorar lo que usted define como clase política, puede comenzar ya”.

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Los antecedentes genoveses asustan y desde Galicia se veía con mayor tranquilidad la misión suicida emprendida por el caballero del prieto picudo. Por eso los socialistas se preguntan ahora si el gallego “tiene arrestos para meterse donde fracasó su predecesor”. “Feijóo no puede extender el barro a todos los políticos del país solo porque sea incapaz de poner orden en su partido. Seguramente sí que estemos ante la peor derecha de los últimos 45 años, un PP mimetizado con los ultras, echado al monte en sus palabras y en sus hechos”, responde Ferraz a los lamentos del conservador.

“El insulto, los bulos, la incapacidad de mandar en su propio partido y la sospecha que trae de Galicia serán el legado de Alberto Núñez Feijóo”, asegura Ferraz, que también quiere aprovechar la ocasión para que la sangre de la espada siga ganando un color azul y deje atrás el rojo.  El PSOE se ofrece a cambiar esto. El PP también. Previsiblemente la próxima semana asistiremos a un nuevo intercambio de muy elevado nivel en sede parlamentaria, que aún así se mantendrá lejos de la fiesta madrileña.