El Tribunal Supremo avaló este martes de forma unánime y por razones de "interés general” la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos para su posterior inhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio. El recurso de los familiares no ha sido admitido por el Alto Tribunal, lo que desencadenó una oleada de reacciones.

Hay quienes lo han celebrado como una victoria y quienes han puesto el grito en el cielo (llegando incluso a amenazar a quien exhume los restos). Pero un artículo de opinión publicado en La Razón de un profesor en Historia Militar ha llamado especialmente la atención.

Bajo el título La sonrisa de Franco, Luis E. Togores asegura que “al general Franco todas estas cosas le dan igual y seguro que, si desde el cielo se puede ver lo que ocurre en la tierra, estará esbozando una sonrisa, la misma que ponía cuando el marido de su hija le contaba los chistes sobre Franco que tanto le gustaban”.

A su juicio, la cruzada emprendida por el expresidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero y retomada por Pedro Sánchez, quien hizo de la exhumación del dictador una de sus banderas, han provocado que “la juventud española” no sepa “quiénes son el Cid, Isabel la Católica y mucho menos Azaña o Espartero”, pero sí Franco.

“Seguramente Franco salga del Valle. ¿Lo hará con los honores de jefe de estado que le corresponde? ¿Será enterrado en la catedral de la Almudena como quiere y tiene derecho su familia? Pero por mucho que le duela al presidente en funciones Sánchez el general Franco, el Generalísimo, fue el vencedor indiscutible de nuestra trágica guerra civil, gobernó casi cuarenta años”, sentencia el profesor.