La votación para la presidencia del Congreso tiene otra lectura más allá de que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, sale reforzado. La principal es que el matrimonio entre PP y Vox está ahora mismo roto, a menos a nivel nacional.

Sin embargo, la crisis en el bloque de las derechas ha llegado también a las autonomías; primero a la Comunidad Valenciana, uno de los territorios en los que los conservadores y la extrema derecha gobiernan en coalición. Ha sido el torero Vicente Barrera, vicepresidente de Vox en la Generalitat presidida por Carlos Mazón, quien ha alzado la voz en uno de los sitios del mapa en el  que, todo sea dicho, también más voces críticas se levantan, dentro del partido mismo, contra la cúpula y el liderazgo de Santiago Abascal.

Al margen, hay muchas personas dentro de Vox a las que no ha sentado bien que Gil Lázaro, diputado en las Cortes Generales por la circunscripción de Valencia, haya quedado fuera de la Mesa del Congreso por decisión del PP, pero hay quienes lo han expresado de una manera más directa. Uno de ellos ha sido, sin duda, la mano derecha de Carlos Mazón, quien ha lamentado que el gallego haya “escupido en la cara de quien es generoso”, lo cual ha tachado de “vergüenza”. “Ni los votantes del PP entienden al PP de Feijóo”, ha añadido en un mensaje escrito en redes sociales que en el momento de publicación de estas líneas ha sido eliminado.

Tuit de Vicente Barrera
El tuit, del que se han hecho eco otros medios y agencias, como la Agencia EFE, ya no está en Twitter.
 

Ruptura total entre PP y Vox

La unidad de acción parlamentaria entre azules y verdes se ha roto a la primera de cambio, en la sesión más inmediata de la legislatura que ya ha echado a andar y en la que el PSOE vuelve a mirar a La Moncloa. Todavía hay que ser cautos, pues los partidos que deberían apoyar a Sánchez en una posible investidura -especialmente Junts- todavía no han prometido nada, aunque es lógico que los ánimos estén por todo lo alto en Ferraz después de que Francina Armengol haya sido nombrada presidenta de la Cámara a la primera e incluso sobrándole votos.

Ahora el rey Felipe VI inicia la ronda de contactos para ver quién se presenta al examen, si Sánchez o Feijóo; pero el segundo, si antes tenía prácticamente imposible salir reforzado, desde el pasado jueves se le presenta como una utopía. El propio Abascal pidió “explicaciones” de inmediato tras el episodio acontecido en el día de ayer, en el que el PP anunció que dejaría a Vox fuera de la Mesa y la ultraderecha votó a su candidato en un desarrollo de los hechos con los que no se contaba, ni siquiera dentro de las filas ‘populares’, pues el propio expresidente de la Xunta se enteró en el transcurso de la sesión plenaria.

En declaraciones a los medios de comunicación, Abascal se mostró “perplejo” ante la decisión de sus socios de Ejecutivo en otros sitios como Extremadura o, más recientemente, Aragón; y dejaba en el aire el apoyo a Feijóo como candidato a la presidencia del Gobierno que hace unas semanas había prometido.

Pese a todo, desde el PP confían todavía en atar los votos de la extrema derecha. Gamarra ha definido como “cosas distintas” la votación de esta semana y la de una sesión de investidura. Asimismo, se remite a un comunicado de la extrema derecha en el que ésta ofrecía sus votos gratis a Feijóo para “evitar un Gobierno de destrucción nacional”, como dice Abascal, y para “recuperar la neutralidad de las instituciones”, un punto que para el propio líder de Vox, no obstante, no se cumplió ayer. 

La división no está causada por Vox, que ha mostrado generosidad. Sorprende que otros no la muestren (…) No tenemos responsabilidad, es de aquellos que han tomado la decisión”, insistía aparentemente molesto. Lo cierto es que la decisión del PP es complicada de entender desde el punto de vista estratégico si se tiene en cuenta además que el candidato de Vox ha estado durante muchos años en el PP y que no iba a entorpecer demasiado la andadura ‘popular’ dentro de sus competencias. 

Con el paso de las horas y el ambiente un poco más frío, el líder de la formación ultraderechista no ha negado que vaya a votar a favor de Feijóo, pero ha dejado claro que los votos "no se regalan" e insiste en las explicaciones.

Vicente Barrera, un torero vicepresidente de la Generalitat y conseller de Cultura

La sorpresa saltaba el pasado mes de junio, cuando PP y Vox cerraban los últimos flecos del acuerdo que les había llevado a capitanear la Comunidad Valenciana. Carlos Mazón iba a tener a su lado a Barrera, un torero que dejó el capote hace más de una década y que en la actualidad lleva el área de Cultura del lugar mediterráneo.

También proviene de los ‘populares’, pues ya dentro de la política se acercó al partido de Francisco Camps, aunque tras el estallido de los casos de corrupción hizo lo propio hacia el UPyD de Rosa Díez. Cuando se descompone la formación, salta a Vox. Se afilia al partido y es nombrado coordinador de zona en Ontinyent con 17 municipios a su cargo.

En los comicios municipales de 28 de mayo figuraba como número 7 en la candidatura de la ultraderecha al Ayuntamiento de Valencia. El puesto de vicepresidente, dicho sea de paso, podría haber sido ocupado por Carlos Flores Juberías, la persona condenada por ejercer violencia psíquica contra su exmujer que, finalmente, se ha asegurado un sillón en el Congreso de los Diputados.