El Partido Popular vuelve a estar en manos de Vox tras el batacazo parlamentario protagonizado este jueves por Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra en las votaciones para conformar la Mesa del Congreso y su presidencia.

En contra de todo pronóstico, el PP dejó fuera de la Mesa del Congreso a Vox a pesar de que el día anterior le habían asegurado a Santiago Abascal que su partido tendría una vicepresidencia. Una jugada que en el partido de extrema derecha consideran una “traición” y que ha provocado que el propio Abascal deje en el aire su apoyo a una hipotética investidura de Feijóo.

Así las cosas, Alberto Núñez Feijóo vuelve a necesitar el ‘sí’ explícito de Santiago Abascal para recibir el encargo del Rey. Y es que sin el apoyo de la extrema derecha a su hipotética investidura, Feijóo solo cuenta con 139 apoyos (al sumar a sus diputados los de UPN y Coalición Canaria). Son menos que los que tiene Pedro Sánchez con Sumar (153).

Según confirman desde Génova 13, el líder del PP mantiene su intención de postularse y por tanto, vuelve a situar el foco mediático en Vox. Que desde la calle Bambú perdonen la “traición” del PP en la Mesa del Congreso será un paso imprescindible para que Feijóo pueda mantener la ficción de que puede lograr los apoyos para su investidura.

Una investidura que en cualquier caso está condenada al fracaso. 

Las “explicaciones” serán determinantes

De momento, Santiago Abascal ya ha pedido públicamente al PP "explicaciones y respuestas" ante su falta de apoyo para darles entrada en la Mesa del Congreso. Además, el líder ultraderechista ha dejado en el aire su apoyo a Feijóo.

Por su parte, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, ha apuntado que tras el cierre de sesión de la XV Legislatura no ha habido contactos entre ambos partidos. "A la espera de que el PP nos dé explicaciones", ha indicado.

Asimismo, ha reiterado la petición de Vox de "explicaciones" a los 'populares' y ha subrayado que "en función" de las mismas así será el "proceder" de Vox en cuanto a un apoyo para la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

En este sentido, ha reprochado a los 'populares' la dificultad para llegar a acuerdos a este respecto cuando ambas formaciones gobiernan juntos en más de 100 ayuntamientos. "Un Partido Popular con el que ha sido muy fácil llegar a acuerdos muy importantes, algunos históricos como el de Valencia (...) y, sin embargo, sea tan difícil respetar a los votantes de Vox", ha subrayado Millán.

Los pactos PP y Vox

Lo cierto es que el PP y Vox gobiernan en hasta 140 ayuntamientos de forma conjunta. Destacan algunas capitales de provincia como Valladolid, Burgos, Guadalajara, Toledo, Huelva o Ciudad Real, y grandes ciudades como Móstoles, Alcalá de Henares (segunda y tercera ciudad más poblada de Madrid, respectivamente).

A ello, hay que sumar el plano autonómico. Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón son las comunidades autónomas donde el Partido Popular y Vox gobiernan juntos.

En Baleares, los populares gobiernan en solitario pero Vox está en los gobiernos de los consejos insulares de Mallorca y Menorca.

Murcia y una posible repetición electoral 

El PP aún necesita de la extrema derecha para gobernar en otros dos territorios: Murcia y Ceuta.

Precisamente, el choque entre PP y Vox en el Congreso apuntala la repetición electoral en Murcia. Las dos formaciones cuentan con diez días de plazo para cerrar un pacto a contrarreloj que evite unos comicios. 

Tanto en el PP como en Vox, ya vislumbran una repetición electoral el próximo miércoles 25 de octubre.

A la espera del rey

Ppor su parte, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudirá este viernes al Palacio de La Moncloa para informar al jefe del Estado de la constitución de la Cámara y que así Felipe VI pueda organizar la ronda de consultas con los partidos para sondear su posición con respecto a la investidura del próximo presidente del Gobierno.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudirá este viernes al Palacio de La Moncloa para informar al jefe del Estado de la constitución de la Cámara y que así Felipe VI pueda organizar la ronda de consultas con los partidos para sondear su posición con respecto a la investidura del próximo presidente del Gobierno.