Donald Trump ha tenido que hacer de las suyas para que los dos principales partidos del sistema político español  vuelvan a plantearse un acercamiento. El presidente de los Estados Unidos (EEUU) ha lanzado un ataque comercial a la Unión Europea (UE), en consecuencia a España, y a la práctica totalidad del mundo, a la que ha castigado con elevados e injustificados aranceles. A la espera de una actuación conjunta de los Veintisiete, el Gobierno español ha sido el primero en responder del viejo continente y lo ha hecho buscando una unión a la que la oposición parece predispuesta.

“Este ataque arancelario de la administración estadounidense no distingue entre amigos y enemigos, no discrimina por ideología o balanza comercial. Va contra todos y contra todo”, denunciaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comparecencia en la que anunciaba el plan de respuesta a la política de Trump, dotado con 14.100 millones de euros. "Es esencial que en este tema no haya divisiones impostadas ni tampoco cálculo político. Si queremos superar este desafío tenemos que ir todos a una en España y en Europa defendiendo lo que es nuestro", reclamaba este jueves.

El Partido Popular (PP) ha decidido reaccionar como no se recordaba, aceptando la mano tendida y priorizando los intereses del país a los de la formación. “Hace falta una estrategia de país bien definida en la que la unidad de todas las administraciones públicas sea un hilo conductor", solicitaba el líder conservador, Alberto Núñez Feijóo, que pedía al jefe del Ejecutivo que contase con las comunidades autónomas (CCAA) y con las diferentes fuerzas políticas. Y así ha sido. El acercamiento ha llegado rápidamente y, aunque con reproches, parecen caminar en la misma línea.

Sánchez anunciaba la convocatoria de la Conferencia Sectorial de Comercio, a cargo del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, para trabajar con los homólogos autonómicos, que esta pasada noche, hace escasas horas, se reunía con el responsable económico del PP, Juan Bravo, la vicesecretaria de Desarrollo Sostenible, Paloma Martín, y el portavoz de Industria en el Congreso, Francisco Conde Martín. Los contactos se encuentra aún en un primerísimo momento, pero tanto los socialistas como los populares coinciden en los dos principales puntos: rechazar la política arancelaria estadounidense y el falso patriotismo de la extrema derecha, genuflexa a Trump y encarnada en España por Vox.

Búsqueda de la unidad en el Congreso

Las fechas clave para conocer si las dos principales formaciones políticas se han puesto de acuerdo no se harán esperar. El próximo martes, el Ejecutivo de coalición aprobará el primer paquete de medidas en el Consejo de Ministros, momento en el que previsiblemente el PP se pronunciará. Un día después, el titular de la cartera económica comparecerá en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de las actuaciones impulsadas, algunas de ellas necesitadas de la mayoría parlamentaria, en la que se espera contar con la oposición y los socios habituales,  y otras no.

Este viernes, Cuerpo mantendrá más encuentros con el resto de partidos, con la tranquilidad de haber terminado con buenas sensaciones la cita con el PP. Moncloa no escatima en halagos, buscando afianzarse el apoyo de los de Feijóo, al que han atribuido una posición “razonable” con respecto a esta materia.  Las diferencias entre Sánchez y el gallego, desparramadas días tras día en medios de comunicación e instituciones públicas, parecen haberse aparcado por un tiempo para preparar una respuesta coordinada a lo que es un ataque contra todo el país.

El PP rebaja un poco el suflé y aunque reconoce que el encuentro mantenido con Cuerpo ha sido “cortés en las formas”, apunta que ha sido “superficial en el fondo”. Los conservadores consideran que el Gobierno, pese a las múltiples medias anunciadas por Sánchez, no cuenta con "un plan concreto" con el que reaccionar a una situación que "ya venía avisando" el líder estadounidense, pero a diferencia de cómo han reaccionado en anteriores ocasiones, parecen predispuestos a trabajar para construirlo.

“Pese a que agradecemos el trato cordial de la reunión no contamos con mucha más información que hace diez horas”, ahonda el PP. No obstante, sí reconocen que el Ejecutivo “está trabajando en un borrador”, aunque no pierden la oportunidad de reprochar que “pudieron anticiparse”. Por su parte, fuentes gubernamentales han trasladado que la reunión se ha desarrollado en un ambiente de cordialidad, donde se han explicado las medidas anunciadas por el jefe del Ejecutivo, y deslizan que los detalles y avances se seguirán trasladando y desarrollando.

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