Los bulos inundan las pantallas en estos tiempos del coronavirus. Muchos de ellos promovidos desde Vox. Pese a ser desmentidos prácticamente al instante, la formación ultraderechista se vale de ellos para llegar a sus votantes en su estrategia contra el Ejecutivo. Esta estratagema de desgaste se empieza a replicar en Génova, pese a las promesas de “lealtad” por parte del PP.

Su línea de acción contra el Gobierno de Pedro Sánchez se basa en el desgaste. Se puede observar en las constantes intervenciones de Pablo Casado y el resto de primeras espadas del Partido Popular, que acusan a la Administración central de actuar “tarde y mal” contra el coronavirus.

Al igual que Vox – aunque éstos prácticamente desde su salto a los parlamentos – el Partido Popular inicia una postura de altavoz de bulos, pero no sólo desde perfiles bajos de la formación, sino también altos cargos conservadores. Los populares dan validez a teorías conspiranoicas y bulos, a la par que ataques directos contra miembros del Gabinete de Pedro Sánchez.

Esteban González Pons, eurodiputado del PP, Asier Antona, senador conservador, y el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Ignacio Echániz, son algunos de los últimos miembros conservadores en contribuir a la difusión de fake news.

En el caso del primero, el eurodiputado se hizo eco del bulo de la censura en WhatsApp que, a la postre, ha provocado el traslado de diputados y fieles de Vox a Telegram. “Una pregunta: ¿WhatsApp está leyendo los mensajes? ¿Cómo discrimina si no lo que son mensajes con fake news de lo que no? Si lee algunos puede leerlos todos, ¿no? ¿Es verdad que hay una empresa haciéndole este trabajo?”.

Captura del tuit de González Pons sobre la censura de WhatsApp

Este bulo también fue difundido por el exportavoz del PP en el Senado, Rafael Hernando. “Siguiendo las instrucciones del Gobierno Sáncheznstein, WhatsApp ha limitado la difusión de mensajes críticos” al Ejecutivo.

A diferencia de sus excompañeros, González Pons se pregunta sobre la veracidad de este nuevo bulo, aunque también siembra la duda. Al eurodiputado le respondió Ana Pastor arguyendo que no era cierto, que la aplicación de mensajería tiene todos los chats cifrados y que la medida adoptada por WhatsApp es, simplemente, limitar el envío de mensajes que previamente han sido reenviados más de cinco veces.

Además, esto no es exclusivo de España, sino que se ha implementado en todo el mundo Acto seguido, el eurodiputado conservador eliminó su tuit, algo que no hizo su compañero en el Senado, Rafael Hernando.

El bulo de la expropiación

Sin embargo, sus compañeros han ido directos al grano. El expresidente del PP canario y actual senador conservador, Asier Antona, publicó el pasado 11 de abril una información falsa íntegra. “El ‘exprópiese’ ya ha comenzado”, redactaba en Twitter. En esta misma línea se movía Echániz, quien escribía en su perfil oficial que la expropiación “ya ha llegado a España”.

Ambos adjuntaron un documento con una parte de un párrafo subrayado que reforzaba su tesis. La mala noticia para ellos es que este archivo es real, aunque no permite la expropiación, como aseguran.

Este bulo alertaba de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana permitía a las Comunidades Autónomas ocupar viviendas privadas. Sin embargo, se trata de una medida para que los gobiernos regionales puedan acudir a viviendas en régimen de alquiler u ocupación temporal.

Se suman altos cargos de Génova

A esta estrategia implantada por Vox en la política española también se han unido primeras espadas conservadoras como Teodoro García Egea, Javier Maroto o Cuca Gamarra. El secretario general del Partido Popular ejerció de altavoz de una información que también desembocó en bulo.

La pasada semana, El Programa de Ana Rosa contactó con el empresario Francesc Maristany, presidente de Grup Met, donde aseguraba tener la capacidad para proveer al Ejecutivo de un millón de test PCR por semana. Sin embargo, Maristany denunciaba que ni el Gobierno ni la Generalitat se pusieron en contacto con él.

Lo cierto es que esta empresa no cuenta con 116 sedes a lo largo del mundo, sino con una pequeña oficina de siete personas en la localidad catalana de Masnou. Pese a ello, el número dos de Pablo Casado no dudó en difundir sus palabras para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez y, de paso, acusarle de “no dialogar”.

Por su parte, Javier Maroto se sumó a uno de los bulos favoritos por la derecha en esta crisis sanitaria. El senador y portavoz popular en la Cámara Alta acusó al Gobierno de alentar a la ciudadanía a acudir a la manifestación del 8M pese a conocer que el “contagio del coronavirus era masivo”.

Maroto compartió una información publicada en El Mundo en la que desmiente sus palabras, pues Salvador Illa relataba que en la tarde del 8 de marzo conocieron que se produjeron contagios hacía más de una semana.