El bloque de las extremas derechas, comandado por el Partido Popular (PP), sigue ganando adeptos en las principales encuestas nacionales, pese a que sus potenciales votantes no dudan en señalar que preferirían el liderazgo madrileño de Isabel Díaz Ayuso al actual politburó gallego de Alberto Núñez Feijóo. Al otro lado del río, un PSOE cada vez más solo conforma un bloque de izquierdas casi en solitario, en término de porcentuales de representación, y cede espacio ante los avances del caso Koldo y el escándalo de Paco Salazar.
La encuesta se Sigma Dos realizada para El Mundo señala este martes post puente que los conservadores afincados en Génova 13 se harían con el 33,1% de las papeletas ante unas hipotéticas elecciones generales, un resultado apena cuatro centésimas más alto que el obtenido en 2023. Este se traduciría, según la cocina de la encuestadora, en 143 escaños, seis más que en aquellos comicios veraniegos. La principal de las subidas, que podría llevar a Feijóo a La Moncloa a cambio de muchas concesiones, llega de la derecha más reaccionaria.
Vox alcanzaría el 16,9% en una cita electoral, cuatro puntos y medio más de lo que recabaron los de Santiago Abascal hace algo más de dos años. Este porcentaje llevaría a la extrema derecha a un escenario similar al de 2019, el mejor de los vividos para este tipo de formaciones. De cumplirse las proyecciones, los ultras sumarían 57 escaños, cinco más que hace seis años y 24 por encima de las última elecciones, y el tándem de PP y Vox se alzarían con los 200 sillones.
Las malas noticias para el PSOE llegan por partida triple. Al ascenso de la ya consagrada pareja de extremas derechas se suma el retroceso electoral proyectado para los socialistas y el desplome de las alternativas a su izquierda. Los de Pedro Sánchez se quedarían en el 27,3% de las papeletas de celebrarse unos comicios, cayendo un 4,4% en comparación con la última cita (31,7%). En términos de actas, los del puño y la rosa reunirían 108 escaños, lejos e los 121 de 2023 y a 35 escaños del PP.
Mientras tanto, sin pelea ya por el tercer escalón electoral, Sumar continúa perdiendo terreno. El sondeo de Sigma Dos otorga a los magentas un 7,8%, cuatro puntos y medio por debajo de lo alcanzado en 2023 y cayendo de la barrera del 10%. Esto significaría un hundimiento de 20 escaños, pasando de los 31 a apenas 11. Una caída que no logra capitalizar Podemos. Los morados suben levemente, hasta situarse en un 4,3%, porcentaje que, con el reparto provincial, tan solo supondría dos escaños.
El ascenso de Vox: radicalización y decadencia de Feijóo
Además de esta encuesta, este martes ha llegado otra de la mano de 40db, realizada para El País, que expone las discrepancias con el liderazgo que actualmente rige el Partido Popular. El líder mejor valorado entre el total de la población, al que uno de cada cuatro asegura no conocer, es Jorge Azcón, que se alzaría con un 4,5 sobre 10. Ninguno aprueba de media al preguntar a toda la sociedad, pero el presidente de Aragón aventaja a sus homólogos de Madrid o Galicia, siendo Feijóo el más hundido.
Sin embargo, quizá el dato más importante de la encuesta, en lo que atañe a Génova 13, es la valoración entre sus propios votantes. El actual líder de la formación recupera un poco de terreno en esta cuestión, pero no consigue siquiera superar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, obteniendo ambos un 7,2 sobre 10. El presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, recibe una puntuación de 7,1, mientras que Alfonso Rueda y Jorge Azcón se quedan en un 6,8 y 6,7, respectivamente.
La peor de las noticias para Feijóo llega desde Madrid, donde su principal rival ideológica, Isabel Díaz Ayuso, marca un 7,9 y evidencia que la pugna por el liderazgo de Génova está más viva que nunca. Esta mayor nota responde a una única cuestión: la mayor valoración otorgada por los votantes de Vox a Ayuso, en comparación con el resto de líderes. Razón que también puede explicar, en un momento de radicalización absoluta hacia la reacción, que la extrema derecha coma terreno al PP a nivel nacional y en casi todos los territorios, pero no en Madrid.