La hemeroteca juega una mala pasada al PP. “El escrupuloso respeto a los inmigrantes ha de ir acompañado de un diálogo con los países de origen y de tránsito complementado con políticas de desarrollo destinados a elevar el nivel de vida en los países de origen”. Estas palabras no pertenecen a Pedro Sánchez ni a ningún mandatario de izquierdas, sino al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
Corría el año 2015 cuando el que fuera responsable de Moncloa pronunciara estas declaraciones coincidiendo con la inauguración del curso en el Colegio de Europa, en Bruselas, después de que se anunciara en España una reforma de la Ley de Extranjería que permitiría la devolución sobre la marcha a Marruecos de los inmigrantes que sean interceptados saltando las vallas fronterizas.
El líder ‘popular’ calificaba como “inevitable” el flujo migratorio mientras la gente en su país “no pueda vivir” y planteaba como objetivo pionero de España “como país mediterráneo y miembro de la UE” la “creación de un espacio de prosperidad compartida” a ambas orillas de este mar, que “no debe separar, sino acercar a Europa y África”. Y lo que es más representativo, defendía una comunicación con los países de origen de estas personas, aspecto en el que está centrando el secretario general de los socialistas su gira de esta semana, una actuación por la que los ‘populares’ le acusan de promover el “efecto llamada”.
Un PP mucho más actual defendía lo mismo: "Hipócritas"
El actual presidente del Gobierno pretende actuar en la migración circular, algo que el PP condena ahora pero que defendía hace mucho menos tiempo. Una de esas ocasiones fue hace un par de meses a través de su portavoz de migraciones, Sofía Acedo.
En concreto, los populares pedían un “mayor control de nuestras fronteras”, es cierto, pero mantenían la necesidad de una “migración circular” que mejorara y agilizara los procedimientos de llegadas ordenada a nuestro país. También aludía a “acuerdos con terceros países de origen y tránsito para que la colaboración sea real y efectiva” y “un sistema ágil de colaboración internacional”.
Los socialistas han recordado la intervención de Acedo en el Congreso de los Diputados y ha lamentado que el PP “ni tiene, ni ha tenido política migratoria”. “La única política que tiene clara es la de ‘Estos son mis principios, y si no le gustan, adopto los de la ultraderecha”.
Cauces de migración legal
Sánchez ha visitado esta semana países de origen de migración que llega a España como Mauritania, Senegal y Gambia con el objetivo de paliar las llegadas masivas de inmigrantes a Canarias que también están llegando a la frontera italiana.
Lejos de la estrategia radical de cierre total de fronteras que pretende el gobierno italiano de Giorgia Meloni y que defiende Vox con un discurso cuyas algunas líneas ha ido adoptando el PP, el líder del Ejecutivo intenta aumentar la colaboración con los lugares de origen de personas migrantes.
El foco principal del viaje se ha centrado en Mauritania, que en 2024 se ha convertido en el país del que más cayucos salen hacia las islas y, a su vez, uno de los principales de acogida de refugiados malineses debido al conflicto de Mali, lo que limita los recursos y la capacidad de las fronteras exteriores de Mauritania.
Las intenciones de Sánchez han sido, por lo tanto, principalmente dos. La primera afecta directamente a España y pasa por conseguir nuevas vías de cooperación para fomentar la migración circular con los tres lugares; y la otra conocer las necesidades de un lugar que atraviesa su propia crisis migratoria, para dotar a sus autoridades de más medios y bloquear las salidas de sus costas.
El presidente español afirmó que el fenómeno migratorio “es una cuestión de principios morales, de solidaridad y dignidad”, así como de “racionalidad”, después de mantener una reunión con el responsable de Mauritania, Mohammed Cheikh El Ghazouan, con quien ha firmado un compromiso precisamente para impulsar la migración circular con ciudades mauritanos.
En la práctica, esto implica que España permite la contratación en su país de origen a un número determinado de ciudadanos para trabajar aquí durante unos meses en sectores como la agricultura o la construcción, una fórmula que ya emplea con países como Marruecos, Ecuador u Honduras. En el caso que concierne, el objetivo de Moncloa es cubrir 250.000 empleos temporales hasta 2050.
El PP contempla que esta no es la medida “más efectiva” para detener el flujo migratoria de inmigración ilegal a pesar de contar con la misma propuesta y considera que el anuncio del líder del Ejecutivo Central implica “promocionar la llegada de migrantes” porque el resto de países europeos están poniendo sobre la mesa medidas más contundentes.