Esta semana los dos diputados de la CUP en el Congreso de los Diputados, Mireia Vehí y Albert Bortran, anunciaban que planean asistir días contados a la Cámara Baja. En concreto, los cupienses han informado que solamente acudirán al hemiciclo cuando se celebren los debates de investidura, sobre el Estado de la Nación, los Presupuestos Generales del Estado y sobre Cataluña. Una decisión que han defendido argumentando que no quieren quedar “atrapados en la dinámica parlamentaria”.

Sin embargo, este anuncio no ha agradado a Ciudadanos, quien, a través de su secretario general en el Congreso, Edmundo Bal, pedía que no se les pagara si estos no acudían a los plenos. “Reciben un salario pagado por todos los españoles, mientras desprecian nuestra democracia”, criticaba Bal.

Una petición que la CUP ha tildado de “fuera de lugar”. “Está fuera de lugar que se trate de marginar a los diputados que han sido legítimamente elegidos para representar a la sociedad catalana que nos ha apoyado”, ha manifestado Boltra antes del inicio del pleno de este martes.

Pero, ¿se puede congelar los sueldos de los diputados cupienses? Para responder a esta cuestión primero hay que recordar que la responsabilidad de fiscalizar la asistencia de los diputados a las sesiones recae primeramente en los grupos parlamentarios. En caso de ausencias injustificadas y recurrentes, los diputados pueden ser expedientados por su grupo. Sin embargo, en el caso de la CUP, la propia dirección del grupo sería cómplice de este absentismo.

De esta manera, el asunto se elevaría a la Mesa del Congreso, quienes solamente podrían actuar en el caso de ausencias “reiteradas” y “notorias” de varios meses. Estos, amparándose en el artículo 99 del Reglamento de la Cámara Baja, podrían privar a uno o varios diputados de la asignación económica.