Cats y el Teatro Kapital. Estos dos sitios emblemáticos de la noche madrileña -especialmente entre la juventud- fueron los escogidos por el agitador ultra Alvise Pérez para celebrar su irrupción en el Parlamento Europeo con tres diputados. En su particular fiesta, entre los presentes se encontró el Pequeño Nicolás, tal y como dejan claro las imágenes del día después de los comicios, que no han estado exentas de críticas.

Pura antipolítica

La antipolítica fue la gran triunfadora de una noche no apta para cardíacos. Se Acabó la Fiesta, siglas bajo las que se encuentra la formación del youtuber, reunió 800.000 votos, una meta que nadie, tampoco el reciente partido, esperaba. Y lo ha conseguido sin necesidad de recorrer platós de televisión ni conceder entrevistas, sencillamente con un discurso de lo más incendiario y puramente antisistema (claramente escorado a la extrema derecha) en el sentido más radical de la palabra.

Alvise Pérez comenzó dedicando su victoria a Pepe Lomas, condenado a seis años y tres meses de cárcel por matar de dos disparos a una persona que había entrado a su casa a robar. Y siguió amenazando con meter al presidente salido de las urnas, Pedro Sánchez, en la cárcel. Entretanto, alguna amenaza a los medios de comunicación. “Algunos es la primera vez que venís (…) Periodistas, mercenarios, tenéis que entender el hartazgo de la gente”, pronunció con los pitos contra los informadores como telón de fondo.

Y en estas, lo dicho, arremetió contra el líder del Ejecutivo y, de paso, contra el fervor del pueblo que ya habló en las últimas elecciones generales. “Quiero acabar con dos mensajes directos. Un mensaje a los criminales, incluyendo a los narcotraficantes. No queremos más recursos para que la Policía vaya detrás de vosotros. Queremos meteros en prisión igual que a Pedro Sánchez”, pronunció, añadiendo: “Pedro, calienta que sales. Y más vale, que aquí no somos tiranos, aquí respetamos la ley y la democracia, aplicando el código penal. Más vale que te escondas en un maletero porque te vamos a meter en prisión”. En la misma línea, pronunció que España “se ha convertido en la fiesta de los criminales” e incluso que “los tomates del campo necesitan más papeles para salir del huerto que un inmigrante ilegal para entrar a este país”.

En sus palabras, hubo para todos, también para el periodista David Broncano, fichaje reciente de RTVE y para el que, según Pérez, el gobierno “se gasta más dinero en su programa que en los enfermos de ELA”.

Jactándose de populismo, el fundador de Se Acabó la Fiesta prometió sortear los 2,4 millones de euros que le corresponden por su labor, que ocupará durante los próximos 5 años. “Hemos venido a cambiar las cosas”, dijo. Con la misma estrategia, que ha dejado muy claro desde el primer momento en el que ha logrado representación política, Pérez dice “estar con los homosexuales que sufren homofobia por parte de las manadas de extranjeros” y las “mujeres que sufren las agresiones y violaciones sexuales de esas mismas manadas”.

La idea de Alvise Pérez surgió, entre otras cosas, en su deseo de blindarse contra las consecuencias de las causas judiciales que le persiguen. No es una estrategia nueva, ya que Ruiz Mateos hizo lo propio en su día. Si bien los tiempos han cambiado y, en este caso, el voto cosechado por el agitador procede de ciudadanos descontentos que beben de diferentes fuentes online y suelen estar muy alejados de los medios de comunicación.

Entre las polémicas que acarrea se encuentra una que data de 2020, cuando fue demandado por la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por difamación. Por aquel entonces, el tribunal le obligó a eliminar un tuit contra la que fuera responsable de Cibeles y a pagar una multa de 5.000 euros. Pero ha tenido más problemas con la Justicia, a veces fruto de sus publicaciones en redes sociales, que han ido dirigidas contra el ministro de Transportes, Óscar Puente, el exministro José Luis Ábalos o la periodista Ana Pastor. Todas ellas han terminado en acciones legales.

Pérez nunca ha ocultado su simpatía por Vox o la empresa Desokupa, entre otros espacios ultras. Tampoco su odio hacia Sánchez. Prueba de ello es que fue uno de los impulsores de las manifestaciones en Ferraz contra los socialistas en plena tramitación de la ley de amnistía.

Irrupción con tres eurodiputados

Su estrategia y su discurso le ha valido a Pérez 800.000 votos en las primeras elecciones a las que se presenta. Esto es, tres diputados, lo que le ha dejado al mismo nivel que Sumar y que Ahora Repúblicas, coalición conformada por ERC, Bildu y el BNG, y por encima de Podemos.