El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este miércoles la propuesta de Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática, una iniciativa con la que el Ejecutivo busca un consenso amplio entre los grupos parlamentarios y el conjunto de la sociedad para responder a una amenaza que, en palabras del jefe del Ejecutivo, sitúa a España “en primera línea”.

Durante su intervención, Sánchez ha apelado a la “responsabilidad” y al “interés general” de las fuerzas políticas para sacar adelante un acuerdo que ha definido como un auténtico “escudo para España”. El objetivo, ha subrayado, es convertir al país en un referente en la lucha climática y proteger tanto a la ciudadanía como al tejido productivo frente a los impactos cada vez más frecuentes y severos del cambio climático.

El presidente ha enmarcado el pacto en una visión de país a largo plazo, dirigida a salvar vidas, reducir daños futuros, evitar pérdidas millonarias y reforzar la seguridad colectiva. Para ello, ha reclamado la implicación de lo que ha denominado la “España sensata”, con la colaboración de administraciones, sectores económicos, comunidad científica y sociedad civil.

La propuesta presentada por el Gobierno se articula en 15 ejes y 80 medidas concretas, diseñadas a partir del conocimiento científico y estructuradas en cuatro grandes pilares.

El primer pilar se centra en la protección de la población frente a las emergencias climáticas, con especial atención a las olas de calor. En este ámbito, el Ejecutivo prevé poner en marcha antes del próximo verano una Red Estatal de Refugios Climáticos, que pondrá a disposición de la ciudadanía edificios de la Administración General del Estado en todo el territorio. Además, se facilitará financiación para crear nuevos refugios en los barrios más vulnerables.

Agua, campo y mundo rural en el centro de la estrategia

El segundo bloque del pacto aborda uno de los grandes desafíos estructurales del país: el agua. La propuesta contempla medidas para mejorar la reutilización, impulsar la desalinización, invertir en tecnología y reforzar la planificación territorial, con el objetivo de garantizar el suministro hoy y en el futuro y evitar usos de riesgo en zonas inundables.

El cuidado del campo y del medio rural constituye el tercer pilar. Entre las medidas anunciadas figuran el refuerzo de los seguros agrarios, el apoyo a la adaptación de los cultivos al nuevo contexto climático y el impulso de un Plan Nacional de Empleo Verde Rural. En este apartado, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico financiará los planes municipales contra inundaciones en los municipios de menos de 5.000 habitantes y destinará 20 millones de euros a planes de prevención de incendios en estas localidades.

La ciencia como eje vertebrador

El cuarto pilar sitúa a la ciencia en el centro de la toma de decisiones. El Gobierno plantea la creación de un Panel Nacional de Científicos del Cambio Climático, así como una Comisión de Seguimiento del pacto y grupos de trabajo dentro del Consejo Nacional del Clima. También se prevé la participación directa de la Conferencia de Presidentes para coordinar la acción entre el Estado y las comunidades autónomas.

La propuesta incorpora, además, un nuevo eje específico dedicado a los sistemas costeros y marinos, uno de los ámbitos más expuestos al calentamiento global. Junto a ello, el pacto pone el foco en la lucha contra la desinformación climática y establece un modelo de gobernanza que institucionaliza la participación permanente de la sociedad civil.

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