El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arremetido este sábado "contra la violencia estructural que se manifiesta en todos los ámbitos de la actividad social o de la actividad económica, es igual de grave", como ha manifestado a su llegada a la alfombra rosa en los Premios Goya, que se celebran en Vallladolid, donde uno de los temas más comentados ha sido la violencia sexual en el cine.

El presidente ha recordado que el Gobierno ha sido siempre muy crítico con quienes "han banalizado" el sufrimiento de las mujeres víctimas de violencia machista en España, y ha reafirmado su compromiso con "su seguridad y con aprobar leyes que en efecto lo que hagan sea blindar esa seguridad y garantizar el que puedan salir de este círculo de la violencia". Al respecto, ha destacado el reciente creación, por parte del Ministerio de Cultura, de una oficina de atención a víctimas de violencia machista.

También ha hecho referencia a las palabras de Los Javis y Ana Belén, presentadores de la gala, que han expresado su deseo de una industria y una sociedad sanas, libres de violencia. "Creo que eliminar esta violencia estructural es una responsabilidad de los hombres y de toda la ciudadanía, y por supuesto, de las instituciones públicas que representamos esa voluntad mayoritaria de acabar con esta lacra", ha señalado.

¿Qué es la violencia estructural?

La violencia estructural es aquella que se produce por las desigualdades y las injusticias que existen en las estructuras sociales, económicas, políticas y culturales, y que afectan negativamente a la vida y los derechos de las personas. La violencia estructural no es visible ni directa, sino que se manifiesta a través de la discriminación, la exclusión, la opresión, la explotación, la pobreza, la falta de oportunidades y la vulneración de los derechos humanos.

Las mujeres son uno de los grupos que más sufren la violencia estructural, ya que viven en una sociedad patriarcal que las sitúa en una posición de subordinación y desventaja respecto a los hombres. La violencia estructural contra las mujeres se expresa en múltiples formas, como la brecha salarial, la segregación ocupacional, la precariedad laboral, la falta de corresponsabilidad en el cuidado, la invisibilización de sus aportaciones, la falta de representación y participación política, la cosificación y la sexualización de sus cuerpos, la violencia simbólica, la violencia mediática, la violencia institucional, la violencia obstétrica, la violencia sexual y la violencia de género .

Algunos ejemplos de violencia estructural contra las mujeres son los siguientes:

- Según la OIT, las mujeres ganan de media un 20% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo. Además, las mujeres ocupan mayoritariamente los empleos más precarios, temporales y parciales, y tienen menos acceso a la formación, la promoción y la protección social.
- Las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, lo que limita su autonomía, su desarrollo personal y profesional y su participación social. Además, las mujeres se enfrentan a mayores dificultades para conciliar su vida laboral y familiar, y sufren más estrés y sobrecarga.
- Las mujeres están infrarrepresentadas en los espacios de poder y decisión, tanto en el ámbito político como en el económico, el académico, el científico, el cultural y el mediático. Según la ONU, solo el 25% de los parlamentarios, el 28% de los investigadores, el 27% de los jueces, el 24% de los periodistas y el 5% de los CEOs son mujeres.
- Las mujeres son objeto de una violencia simbólica y mediática que las estereotipa, las cosifica, las sexualiza y las devalúa. Los medios de comunicación reproducen y refuerzan los roles y las normas de género, y difunden imágenes y mensajes que legitiman la violencia contra las mujeres.