En los últimos días, se está poniendo el foco en el futuro negro que le espera al pueblo de Afganistán tras la entrada de los talibán en el Gobierno. Sobre todo a las mujeres, quienes tendrán que sufrir unas leyes islámicas extremas con las que no podrán estudiar, será legar ser apaleadas y otra veintena de normas y prohibiciones recogidas en la Sharía.

Sin embargo, y aunque poner el grito en el cielo con este esperpento es apropiado, no es el único país en el que las mujeres sufren un trato vejatorio e indignante en el mundo. Algunos llevan siglos teniendo órdenes restrictivas para ellas y muchos de estos tienen aún hoy lazos estrechos con nuestro rey emérito Juan Carlos I

Esta es una lista con cinco de las amistades peligrosas del monarca con países donde los derechos de las mujeres siguen hoy en día muy limitados:

1. Emiratos Árabes Unidos

Juan Carlos I y el gobernante de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al Nahyan. Getty Images
Juan Carlos I y el jefe de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed al Nahyan. Getty Images

Que Juan Carlos I cuenta con el aprecio de los países del Golfo es ya ampliamente sabido. Tanto es así, que el emérito se encuentra viviendo en un chalet de lujo en Abu Dhabi desde que se marchara de España el pasado 3 de agosto de 2020. Y es que el monarca tiene una estrecha relación con el gobernante de los Emiratos, Mohamed bin Zayed al Nahyan.

Allí, la legislación actual valida el maltrato a las mujeres y los hijos menores de edad por parte del marido o padre, siempre que la agresión no exceda los límites recogidos en la ley islámica. Entre estas normas, se condena a las víctimas por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, considerado delito de “zina”, incluso con penas de muerte.

Esto desprotege a las víctimas de abusos sexuales o violaciones, que en la práctica están permitidos. En cuanto al ámbito profesional, las mujeres sí pueden trabajar fuera de casa, pero necesitan la aprobación expresa del marido, a quien tiene que guardar obediencia. Por el contrario, no puede acceder a posiciones de alta cualificación en ciertos trabajos, como en la Justicia. 

 2. Arabia Saudí

Don Juan Carlos junto al rey Salman en Arabia Saudí (2014)

El rey Juan Carlos junto al rey Salmán en Arabia Saudí (2014)

El emérito es uno de los amigos íntimos del rey Salmán de Arabia Saudí. Es el único ciudadano no saudíta que tiene el número del móvil del jeque y ha pasado varias vacaciones en Riad. Sin embargo no es oro todo lo que reluce. Según Amnistía Internacional, ''nacer mujer en Arabia Saudí supone tener menos derechos que los hombres. Significa vivir bajo un sistema de tutela masculina que controla y limita su libertad y autonomía personal''. 

Y es que las mujeres saudíes no pueden circular solas por la calle. Las universidades, bancos y edificios públicos tienen entradas diferentes para ellas, como las playas, los parques, el transporte público o los recintos deportivos. En público tienen que vestir una túnica larga negra hasta los tobillos y un velo para cubrir la cabeza y el pelo. Tampoco pueden elegir pareja ni casarse sin el permiso de su tutor, que debe aprobar la relación, por lo que todavía hay matrimonios concertados.

Tampoco hay leyes contra la violencia de género. Si una mujer decide abandonar el hogar familiar porque, por ejemplo, sufre maltratos, puede ser denunciada por desobediencia. Entonces será detenida o recluida en un centro de acogida, del que sólo podrá salir con la firma de su responsable, a quien sólo se le pedirá un juramento de que no va a hacerle daño.

3. Qatar

Juan Carlos I y el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Al Thani, en 2011
Juan Carlos I y el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Al Thani, en 2011

El rey emérito ha tenido siempre una estrecha relación -''tan cercana como si fueran familia''- con la monarquía catarí. A pesar de no ser un régimen democrático, parte de esta buena sintonía es gracias a los negocios impulsados por el monarca en Qatar, como con Navantia u OHL. El Gobierno español, incluso, condecoró en 2011 al emir con el Collar de la Orden de Isabel la Católica.

Según Human Rights Watch, los derechos de las mujeres cataríes se encuentran mermados por el sistema de tutela. Según las leyes, tienen que pedir permiso a un hombre para casarse, estudiar o trabajar. Además, se le puede tachar de “desobediente” si no obtiene la autorización de su esposo antes de viajar, si abandona el hogar o si se niega a mantener relaciones sexuales.

No pueden ser tutoras principales de sus propios hijos y no pueden tomar decisiones respecto de los documentos ni las finanzas. Tampoco sobre la escolaridad de sus hijos ni ningún tratamiento médico, incluso si están divorciadas y un tribunal ha ordenado su custodia o si el padre de los menores ha fallecido. 

4. Kuwait

Juan Carlos I y el emir de Kuwait, Sheij Sabah al Ahmed
Juan Carlos I y el emir de Kuwait, Sheij Sabah al Ahmed

"Un hermano y un amigo". Así describía Juan Carlos I al emir de Kuwait, Sheij Sabah al Ahmed al Jaber al Sabah, quien falleció el pasado mes de septiembre. Desde la década de los 60, comenzaron una estrecha relación, en la que hicieron numerosos viajes oficiales y personales. En reconocimiento a su amistad, don Juan Carlos fue condecorado en 2008 con la Orden de Mubarak el Grande y el emir ya disfrutaba del collar de la Orden del Mérito Civil.

Una complicidad idílica que no se corresponde con la situación en el país. Kuwait aceptó el pasado año adoptar las recomendaciones de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, pero rechazó las relativas a garantizar la plena igualdad, penalizar la violencia sexual y la violación conyugal y hacer que sus leyes sobre la condición jurídica y la nacionalidad fueran neutras en lo referente al género.

En agosto de 2020, el Parlamento aprobó un proyecto de ley que penalizaba la violencia de género en el ámbito familiar pero mantiene la legislación que pena el asesinato de una mujer a manos de sus familiares tan sólo con una multa en los casos de homicidio de ''honor”.

5. Marruecos

Don Juan Carlos I y el rey de Marruecos, Mohamed VI 
Don Juan Carlos I y el rey de Marruecos, Mohamed VI

Su “hermano mayor”. Así se considera el emérito con respecto a Mohamed VI, rey de Marruecos, un país denunciado por decenas de organizaciones por violación de los Derechos Humanos o por la ausencia de libertad de expresión, especialmente en el Sáhara Occidental. 

Aunque durante los últimos años, se han tomado algunas medidas, todavía se siguen celebrando miles de matrimonios entre adultos y niñas menores de edad, las relaciones sexuales fuera del matrimonio continúan castigándose con cárcel y las adúlteras pueden enfrentarse hasta a un año de prisión.

La herencia no se reparte de forma equitativa entre hijos e hijas y la poligamia por parte del hombre sigue existiendo a pesar de la reforma del código de familia o Moudawana, que obliga a que la primera esposa dé su consentimiento para otras relaciones de su marido.

En el ámbito político el país está lejos de la igualdad: solo hay cuatro mujeres entre los ministros del Gobierno y 81 diputadas de 359 del Parlamento, de las que dos tercios son elegidas por cuotas. Además, se enfrentan a un gran "techo de cristal" para acceder a los puestos de responsabilidad difícil de romper. Por otro lado, Marruecos sigue siendo uno de los países musulmanes con una mayor tasa de analfabetismo, sobre todo entre mujeres y niñas de las zonas rurales del país.