La entrada de los talibanes en Kabul y su dominio militar en el país, Afganistán, trae un negro futuro para la población, sobre todo para las mujeres. Los talibanes infringen a las mujeres un peor trato que el que dedican a sus animales y son muchas las prohibiciones que les imponen, pero no es el único régimen en vulnerar sus derechos. En Oriente Medio y el norte de África hay diferentes países que ignoran los derechos fundamentales y oprimen a las mujeres.

Según el Informe Global de Brecha de Género de 2021 del Foro Económico Mundial, la región de Medio Oriente y África del Norte sigue siendo otro año más la zona con la mayor brecha, que se sitúa en el 60,9%.

Amnistía Internacional ha señalado que las mujeres en estas zonas sufren constantemente violencia y discriminación, sobre todo en cuestiones de matrimonio, herencia y custodia de hijos e hijas. En cambio, las mujeres fueron una pieza clave en la llamada ‘primavera árabe’ y lo son en otros movimientos, desafiando los convencionalismos y ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y reunión. De esta forma, asumieron los mismos riesgos que los hombres al exponerse a los abusos cometidos.

Por ello han sufrido hostigamiento, acoso, torturas, malos tratos, agresiones sexuales y amenazas de violación, todo ello relacionado con su condición de ser mujeres. Uno de los episodios más notorios en los últimos años fueron las “pruebas de virginidad” a las que fueron sometidas las manifestantes en Egipto.

Derechos vulnerados constantemente

En Yemen las mujeres carecen de libertad para casarse con quien deseen, y algunas son obligadas a contraer matrimonio cuando son menores de edad, en algunas ocasiones con solamente ocho años.

En Arabia Saudí no pueden viajar, tener trabajos remunerados, recibir educación superior ni casarse sin el permiso de un tutor varón. Pese a haber conseguido algunos avances, en este país el sistema de tutela masculina sigue permitiendo a los varones tutores perpetuar la violencia contra las mujeres, que no están protegidas frente a la violencia sexual y física.

Recientemente, Amnistía Internacional ha denunciado la violación de mujeres en Etiopía como arma de guerra. Tanto combatientes de los ejércitos etíope y eritreo como de las fuerzas que luchan en la región de Amhara han perpetrado violaciones y otras agresiones sexuales a mujeres y niñas en la región de Tigré. Además, señalan que la violación y la esclavitud sexual son habituales en el conflicto.

En Libia, las mujeres y las niñas sufren agresiones físicas, secuestros, asesinatos y violencia sexual, además de campañas de desprestigio y abusos online a manos de milicias y grupos armados.

Las mujeres que se atreven a denunciar abusos se encuentran con grandes obstáculos a la hora de hacer justicia. En Libia, según la misma ONG, las mujeres pueden ser detenidas por adulterio y, entre la población refugiada y migrante, las mujeres no se atreven a acercarse a la policía por temor a ser detenidas y deportadas.

Las prohibiciones de los talibanes en Afganistán

Afganistán es el caso más reciente y sonado en lo relativo a la vulneración de los derechos de las mujeres por la toma del poder de los talibanes. Esto conlleva que las mujeres deberán someterse a un total de 29 prohibiciones:

  • Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares. Solo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
  • Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
  • Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
  • Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.
  • Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
  • Requerimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.
  • Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram (su marido y guardián).
  • Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.
  • Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
  • Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).
  • Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
  • Se prohíbe a las mujeres llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer).
  • Prohibición de montar en taxi sin su mahram.
  • Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
  • Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
  • Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas.
  • Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibanes, se trata de «colores sexualmente atractivos».
  • Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el «Eids», con propósitos recreativos.
  • Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
  • Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra «mujer». Por ejemplo, el «Jardín de las Mujeres» se llama ahora «Jardín de la Primavera».
  • Prohibición de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
  • Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
  • Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
  • Se les prohíbe a las mujeres el acceso a los baños públicos.
  • Prohibición a las mujeres de viajar en el mismo autobús que los hombres. Los autobuses se dividen son «solo para hombres» o «solo para mujeres».
  • Prohíben usar pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.
  • Prohibición de fotografiar o filmar a mujeres. No pueden aparecer en fotografías y vídeos. No existen.
  • Prohibición de publicar imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.