El alcalde de Toledo, García-Page(c) junto a dirigentes socialistas en La Solana, Ciudad Real El alcalde de Toledo, García-Page(c) junto a dirigentes socialistas en La Solana, Ciudad Real

 

 


Por tierra (el agua ya la vendió Cospedal a los murcianos) y aire; por radio, televisión, prensa e internet; por todos los métodos y medios conocidos, el PP de Castilla-La Mancha que preside María Dolores Cospedal ha desatado una ofensiva sin precedentes con un claro objetivo: Dañar la imagen del líder socialista y alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que de celebrarse hoy las elecciones autonómicas ganaría a la también secretaria general de los conservadores por un mínimo de diez puntos, según las encuestas que tanto Génova como Ferraz tienen del territorio castellano-manchego.

A Cospedal, la abuchean; a Page, le aplauden
Pero al margen de esas encuestas, publicadas incluso por los medios amigos de Cospedal (la inmensa mayoría), que le otorgan un escaso 19 % de apoyos, cuando hace tan solo dos años logró el 48% de los votos, eso sí, presentándose con un falso y engañoso programa electoral que ha incumplido en el 90 por ciento de los casos, lo cierto de todo esto es que la presidenta de Castilla-La Mancha pierde también la opinión de la calle, donde no puede pasear sin ser increpada y abucheada por los ciudadanos, y eso que el cordón policial que la acompaña es más propio de un presidente de Gobierno que de una mandataria autonómica. Por el contrario, Emiliano García-Page no lleva escolta, no le custodian ni policías ni guardias civiles, y por donde va es querido, aplaudido y en no pocas ocasiones aclamado.

Miedo y nerviosismo en el PP
Todo esto lo saben en el PP. Saben que ya solo quedan dos años para unas nuevas elecciones autonómicas, y saben que en ese tiempo, “salvo milagro”, reconocen fuentes conservadoras a ELPLURAL.COM, es “imposible recuperar el espacio perdido”, añaden, “la gente está hastiada de nosotros, no nos creen ya, es imposible recuperar la calle y en el partido se palpa el miedo y el nerviosismo, sobre todo en la cúpula dirigente”.

“Leña a Page”
Nerviosismo avalado por la aparición de numerosos portavoces del PP (Riolobos, Cañizares, Arnedo, Velázquez, Tirado, Esteban…), cuando hace un año era una sola persona la encargada de los asuntos del partido. “Ahora pegas una patada a una piedra y aparecen diez portavoces dispuestos a dar leña a Page”, asegura a este periódico un miembro de la dirección socialista. Y razón no le falta, sobre todo sabiendo como saben también que Cospedal ha perdido la confianza de sus barones y ya son pocos en el PP los que se fían de su capacidad para compatibilizar “las cosas” de Génova y los asuntos de Fuensalida, sede toledana del Gobierno castellano-manchego.

Entre los mejores líderes
Todo esto, sumado a que el alcalde de Toledo sigue en las quinielas sucesorias y se encuentra entre los diez líderes más valorados del socialismo español (Cospedal no puede decir lo mismo en su partido), está llevando a los conservadores castellano-manchegos a terrenos personales y a cruzar líneas rojas que un político que se precie como tal nunca debería pisar. A García-Page le dicen de todo menos bonito. “Cobarde, traidor, radical, oportunista, sectario, machista, vengativo, interesado que no sirve para otra cosa…”. En fin, una retahíla de insultos, injurias y agravios que han causado el efecto contrario: Los ciudadanos siguen desconfiando de Cospedal y acercándose cada vez más a los postulados defendidos por el líder socialista, que ha prometido una “ley de reconstrucción de Castilla-La Mancha”, cuando el PSOE recupere el Gobierno de la región, para devolver a la sanidad regional a los “estándares de calidad que tenía” antes de que la madrileña ganara las elecciones de 2011.

La soledad de Cospedal…
Y es que Cospedal, reconocen en el PP, no tiene quién la defienda, salvo sus huestes manchegas, aunque de poco sirven porque, como decimos, en Castilla-La Mancha es cada día menos apreciada. Por eso, tal vez, Emiliano García-Page tiene tan claro que “la gente se ha dado cuenta de que Cospedal ni está ni se la espera hasta a el punto de que mucha gente ha pasado de no ver a Cospedal en Castilla-La Mancha a no querer verla”, asegura, y cuando por casualidad la ven, no dudan en recordarle sus flagrantes incumplimientos y salvajes recortes que cada semana lleva a cabo.

…Y las primarias de Page
Una vez más vuelven a chocar los dos perfiles. El de Cospedal deteriorado de tal forma que hasta los suyos dudan de que sea cabeza de cartel en las elecciones autonómicas de 2015, frente al de García-Page, dispuesto a presentarse a “unas elecciones primarias, ya veremos a cuáles”, ha dicho, para reforzar su liderazgo y demostrar que se siente “inmensamente apoyado por todos los compañeros del partido y por muchísima gente que se me acerca para decirme que tenemos que sacar a Castilla-La Mancha del pozo en el que estamos desde que Cospedal está experimentando con la región”, concluye.