“La legislatura será larga y fructífera”. Con esta frase ha zanjado Pedro Sánchez las diferencias de las últimas fechas en el seno del Gobierno, con los ministros de Unidas Podemos afeando a los socialistas sus reuniones privadas con Ciudadanos y Casa Real. El presidente del Gobierno ha evitado la confrontación en la última rueda de prensa del curso político celebrada este martes en el Palacio de La Moncloa, esquivando incluso preguntas comprometidas sobre el posicionamiento de ciertos miembros del Gobierno respecto a la marcha –“huida” para los morados- de Juan Carlos I.

Pese al temple del líder del Ejecutivo, confirmando que en el Gobierno hay dos almas pero una sola dirección, no han faltado críticas a su discurso de parte de sectores cercanos a la formación morada: “La comparecencia del Presidente Sánchez ha sido decepcionante. Demuestra muy poco sentido crítico ante la huida indigna de quien fue Jefe del Estado. La ciudadanía merece que las fuerzas de izquierda estemos a la altura”, ha escrito en redes sociales Jaume Asens, líder de los comunes en el Congreso de los Diputados.

Opinión que no difiere de la expuesta este lunes por parte del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y del ministro de Consumo, Alberto Garzón: “La huida al extranjero de Juan Carlos de Borbón es una actitud indigna de un ex Jefe del Estado y deja a la monarquía en una posición muy comprometida. Por respeto a la ciudadanía y a la democracia española, Juan Carlos I debería responder por sus actos en España y ante su pueblo”, aseguraba el vicepresidente, justificando su posición alegando que “cualquier ciudadano que cometa delitos debe dar la cara ante la Justicia”.

Este mensaje, junto a los del resto de compañeros previamente citados, supuso un auténtico jarro de agua fría para las pretensiones del Gobierno. De forma reposada, el Ejecutivo se limitó a decir que respetaba la decisión del rey emérito y desvinculaba de los ominosos negocios y del cerco judicial al actual monarca, Felipe VI. Sin embargo, y antes de que el Gobierno hiciera público su posicionamiento, los miembros de Unidas Podemos con representación en el consejo de ministros dilapidaban cualquier esfuerzo por presentarse unidos frente a este hecho histórico.

Peor incluso para las aspiraciones conjuntas del Gobierno han sido las declaraciones realizadas este martes por la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ha asegurado que Unidas Podemos desconocía que el Gobierno hubiera mantenido reuniones con la Casa del Rey para plantear una salida pactada de Juan Carlos I que proporcionara estabilidad a la institución: "Desde luego no es una decisión que se haya tomado en el Gobierno, respeto las decisiones del PSOE pero no es una decisión que haya tomado el Gobierno de coalición", ha manifestado en declaraciones a Cadena Ser.

Preguntado en rueda de prensa por si esto era un acto de “deslealtad” o “desconfianza”, Pedro Sánchez se ha limitado a explicar que “los despachos del rey son discretos”. Además, el presidente del Ejecutivo ha querido echar un capote a la monarquía explicando que España ha tenido a muchos corruptos, por lo que es indispensable “juzgar a personas y no a instituciones”. “Son conversaciones discretas las que tengo con el jefe de Estado, en ese ámbito es donde quedan. Yo como presidente del Gobierno lo que hago es respetar la decisión de la Casa Real por todo lo que representa”, ha apuntado.

¿Vetados por Ciudadanos?

Al margen del carácter republicano de Unidas Podemos y haberse sentido apartados de las negociaciones con Casa Real, sembrando la duda de la inestabilidad dentro del Gobierno, la semana ha tenido otro encontronazo entre socios a cuenta de la reunión mantenida por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, con Ciudadanos.

Pese a no ser oficialmente una reunión para debatir los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno pretende aprobar en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, Irene Montero recordó en redes sociales que “Ciudadanos gobierna gracias a Vox”, por lo que no es creíble que “vayan a apoyar las políticas centrales del gobierno de coalición”. “Quien mira hacia la derecha no es el Gobierno, sino una parte de él. Cumplir el acuerdo de gobierno implica cuidar la mayoría parlamentaria que lo hizo posible”, sentenciaba la dirigente.

A la salida del encuentro, la vicepresidenta Carmen Calvo zanjaba la problemática asegurando que “donde haya un miembro del Gobierno, el Ejecutivo estará representado en su conjunto”, poniendo como ejemplo un acto anterior de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

También Ciudadanos, en palabras de su portavoz Edmundo Bal, explicó que “con la que está cayendo en España no es momento de vetos”. Así, el dirigente de la formación naranja se abrió a pactar los PGE con Unidas Podemos: "No hay ningún veto a nadie ¿Con la que esté cayendo en España nos vamos a poner a pensar ahora en sillas, en ponernos medallas?”, sentenciaba.