Desde hace semanas, los enfrentamientos populares en Colombia admiten varias lecturas. El país vive su ‘primavera democrática'. Millones de personas se movilizan cada día contra el Gobierno de Iván Duque mientras su policía política ataca en las calles a estudiantes y manifestantes. La falta de implementación del acuerdo de paz y el asesinato de los líderes sociales son algunas de las razones que han conducido al país al absoluto caos. Algunas ONG presentes en el país calculan que, hasta el momento han sido asesinados 41 jóvenes en tan solo dos semanas de protesta.

P. En cuanto a Colombia, te has posicionado fuertemente e incluso lo has llamado “terrorismo de Estado”

R. Es que están matando a mis amigos. Es que Iván Duque estaba en contra del proceso de paz, es una pieza de Uribe, que es un psicópata. Uribe estaba en los documentos de la DEA como narcotraficante. Es un narcopresidente. Es feo.

P. Se están empezando a implantar en Colombia medidas parecidas a las del sistema venezolano, además con una guerrilla preparada…

R. Colombia a diferencia de Venezuela tiene una ventaja histórica y es que Venezuela al no tener minas, nunca fue un virreinato. Una de las cosas que intenté hacer en Venezuela sin éxito fue construir el Instituto Nacional de Administración Pública, que se trataba de formar funcionarios que no robasen. Era complicado por esa ausencia de Estado. Sin embargo, Colombia tiene uno de los Estados con las justicias más potentes de América Latina, ahora debilitada por el uribismo.

P. ¿Hacia dónde crees que se va a dirigir el conflicto en Colombia?

R. Colombia es una expresión del neoliberalismo en crisis (…) Se acaba de suicidar una niña a la que han detenido en las manifestaciones y la violaron los policías. Son cosas escalofriantes. Si eso ocurriera en Venezuela ya habría intervenido la Corte Interamericana y el sin vergüenza de Almagro [Luis Almagro ocupa el cargo de la de la Organización de los Estados Americanos]. La OEA habría exigido algún tipo de respuesta, pero ¿qué ocurre? que Colombia es la Israel de América Latina.

P. ¿Cuál es ahora mismo tu relación con el Gobierno Venezolano?

R. Muy poca. Ahora mismo inexistente. Yo colaboré con Chávez y después perdí el contacto. A su muerte comenzaba otra etapa y yo no me sentía capacitado para ayudar. Si la derecha no fuera tan injusta con el trato a Venezuela, seguramente les criticaríamos nosotros, porque a Venezuela la derecha le critica por las cosas que hace bien, no por las que hace mal. Yo tuve una pelea pública con Chávez criticando “el hiperliderazgo".