El peligro mayor al que se enfrenta el Partido Popular ahora es que no hay elecciones a la vista. Aunque cuando las hubo tampoco parece haber aprendido la lección. Después de cinco derrotas en 2019, persiste en el error. Ni siquiera el batacazo de Ciudadanos, prisionero de la misma estrategia de los populares, ha servido para rectificar.

La ausencia de elecciones en este período impide comprobar fehacientemente si la estrategia es equivocada o no, pero las encuestas son claras. Vox ya está a 4’8 puntos de distancia, según el último estudio del CIS, y ya se relame antes de confirmar el sorpasso.

La moderación está quedando relegada y las voces críticas, como las de Borja Sémper, acaban fuera de la política. El retorno del aznarismo ha tenido su guinda con el nombramiento, por parte de Isabel Díaz Ayuso, de Miguel Ángel Rodríguez como jefe de Gabinete.

El currículum de MAR es muy variopinto. Siempre se sospechó que estaba detrás de la lista negra de periodistas no adeptos al PP, elaborada por la Junta de Castilla y León, presidida entonces por José María Aznar y cuyo portavoz era el mencionado Rodríguez. Esa lista, que calificaba a los periodistas según su cercanía o lejanía al partido, incluía datos de la vida personal de cada uno de ellos.

Ya como Secretario de Estado de Comunicación –y virtual portavoz- en la etapa de Aznar, fue uno de los arietes contra el grupo PRISA, durante la guerra que libró el Gobierno para intentar hundir a la empresa liderada por Jesús de Polanco. Guerra que acabó con la condena por prevaricación al juez Javier Gómez de Liaño. Hoy suena a broma de mal gusto la indignación de Pablo Casado y los suyos respecto al nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado. Él, que avala la incorporación de MAR como jefe de gabinete de la presidenta madrileña, alguien que puso a la justicia al servicio del aparato del partido con el objetivo de acallar voces críticas.

No todo acaba ahí. Miguel Ángel Rodríguez fue condenado por injurias al doctor Luis Montes, que era coordinador de Urgencias del hospital Severo Ochoa, a quien tuvo que indemnizar con 30.000 euros. Tiempo después, fue detenido por conducir borracho, razón por la que causó un accidente con varios vehículos que estaban aparcados.

El PP de Casado, tan afecto a bucear en el pasado de sus rivales políticos, se da el lujo de nombrar a un personaje, como poco, polémico. Su fijación con los periodistas que no son afines a sus ideas amenaza a toda una profesión.

Todo lo que huele a aznarismo aleja al PP del centro político y Miguel Ángel Rodríguez es un símbolo más de este acercamiento a la ultraderecha. Otro elefante en la cacharrería. En Vox pueden estar aplaudiendo con las orejas, mientras los votantes centristas del Partido Popular se van quedando huérfanos.

Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com