Vox ha puesto el denominado pin parental en el epicentro del debate público y Pablo Casado ha recogido el guante y, a rebufo, ha hecho de esta su lucha. Pero son varias las voces del Partido Popular que ya han cercado el debate y se han posicionado en contra.

Es el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado durante una rueda de prensa que en la región no permeará dicha medida y ni tan siquiera habrá lugar a debate.

Ayuso ha hecho referencia a la Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959 y al artículo 27.3 de la Constitución Española. El primero hace referencia a que el interés del niño es el principio superior que debe regir a quienes ostentan su responsabilidad. Por otro lado, el 27.3 de la CE reza que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

“Por tanto”, precisa Ayuso, “debatir sobre quién tiene la responsabilidad significa incumplir la Constitución y la Declaración Universal de Derechos del Niño”.

De esta manera ha cargado contra Vox y ha destacado que “en Madrid siempre ha existido y seguirá existiendo un clima de tranquilidad en el sector educativo”; al tiempo que ha respaldado al colectivo del profesorado tanto de la escuela pública, la concertada y la privada.

Por último, al igual que el consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha asegurado que no existe “ninguna” demanda o queja sobre presuntas charlas de juegos eróticos: “Según los datos oficiales, en Madrid no se ha registrado ni una sola denuncia por una cuestión de adoctrinamiento”.

“Ya acordamos que las familias podrían tener al principio de curso todas aquellas actividades extracurriculares previstas para que los padres eligieran en libertad. Esto ya se ha acordado y es lo que vamos a hacer a partir del próximo curso”, ha zanjado.