Miembros de Ciudadanos y personas que han estado muy vinculadas al partido siguen peleando porque la formación naranja se presenta a las elecciones generales. Este el deseo primero por ejemplo del coportavoz de los naranjas, Edmundo Bal; o de Juan Carlos Bermejo, el eterno díscolo de Ciudadanos. Ambos aseguraban a ElPlural.com que su deseo sería que la formación concurriera a los comicios del próximo 23 de julio, en contra de lo que la dirección ha dictaminado. Precisamente este último ha escrito un tuit sobre ello. 

Varias voces críticas con la decisión de la cúpula mueven ahora un manifiesto para que los militantes firmen en caso de estar en desacuerdo con la decisión de no acudir a las urnas el verano que viene. El propio Bermejo contaba en conversaciones a este medio que se encontraba recabando firmas mientras anunciaba que ayudaría en todo lo posible al proyecto de Macarena Olona, Caminando Juntos, porque era lo que, a su juicio, más se parecía en estos momentos a lo que un día fue Ciudadanos.

Las urnas no respaldaron el proyecto que un día nació de la mano de Albert Rivera como espacio de centro capaz de terminar con el bipartidismo. La desaparición casi por completo de los naranjas en aquellos sitios donde no obtuvieran representación llevó a la dirección a llevar a cabo una decisión drástica que ha molestado sobremanera a muchos, que han llegado incluso a acusar a los miembros visibles de la formación de estarse llevando el dinero hasta la celebración de las próximas elecciones europeas. Entretanto, la cúpula insiste en que no todo está perdido y que los meses siguientes seguirán trabajando para un “rearme” que los críticos con este movimiento consideran imposible.

Entre dardos cruzados llegaba la dimisión de Inés Arrimadas que, sin embargo, quienes se mantienen gestionando los quehaceres del partido no consideran el final. Mientras, el pasado domingo tenía lugar una Concentración CIUDADANA 23J para sacar a la calle un manifiesto. Entre los firmantes se encuentran el propio Edmundo Bal y otras personas que han sido pesos pesados del partido, como Franciso Igea. Santiago Saura Martinez de Toda, Juan Ignacio Lopez-Bas Valero, Mari Carmen Martinez Granados, Sara Giménez Giménez, Borja Soto Foxá, Victor Gomez Frías, Ana Elliott Pérez, José Maria Antón Garcia son algunos de los que también han colocado su tinta sobre el documento.

Muy duros con la dirección

El texto se muestra muy duro con el Comité Nacional de Ciudadanos, a quienes acusan de “renunciar a defender el proyecto”, algo “ineludible para un partido de ámbito y vocación nacional”. En este sentido, los firmantes asumen que la renuncia “contradice el primero de los fines de un partido político”-algo que en el caso de los naranjas está “en el artículo 1 de sus estatutos”.

“Renunciar a influir en la vida política, a estar presentes en el debate público y, con ello, a intentar representar institucionalmente a quienes se sientan identificados con una propuesta liberal y progresista para la sociedad española no es una opción, máxime cuando esa decisión la toman quienes pidieron el voto de los afiliados y fueron elegidos por ellos para dirigir el partido comprometiéndose y asegurando precisamente nuestra presencia en los procesos electorales posteriores al 28 de mayo y, en concreto, a las elecciones generales”, dicta el texto, que califica también de “poco comprensible” que “algunos de los que impulsaron y animaron a tomar la decisión de no concurrir hayan anunciado solo días después que abandonan la política activa, o incluso la propia formación, desvinculándose ante sus compañeros y su partido de la grave fase que tal decisión abre en Ciudadanos”.

El tono duro no cesa en ningún momento mientras con éste se apunta a una decisión “sin que los órganos directivos de Ciudadanos hayan abierto una crisis en su seno y puesto sus cargos a disposición de la afiliación, constatado el incumplimiento de aquellos compromisos que adquirieron en su designación como dirigentes, o sin permitir la supervisión de sus actos, de tan profundas consecuencias, por el Consejo General, máximo órgano político del partido entre Asambleas Generales”.

“Frustración”, “indolencia” y otros términos aparecen en una misiva en la que sus creadores preguntan a la dirección por el “orgullo” y si se ha “dejado de creer en los principios”. “Pedimos hoy a afiliados y simpatizantes de Ciudadanos que se mantengan activos y exigentes, para que el aislamiento político y moral de nuestra actual dirección no sea ni pueda ser el nuestro como proyecto (…) Mantengamos encendida esa luz que quieren apagar durante este tiempo. Porque es posible no resignarnos y porque queremos trabajar por una España mejor a la que otros ni aspiran ni nos pueden llevar”.